Por fin los azules tendrán una semana sin sobresaltos. Luego de dos pálidos empates y un plantel sacudido por la indisciplina sanitaria, la U vuelve a sonreír. Redondeó su primera victoria del torneo y llega nuevo ímpetu al Superclásico del domingo en Pedrero.
Universidad de Chile no encuentra la manera en los inicios. Por más que tratan de imponerse a través de la técnica de sus jugadores, los rivales parecen tomarle la mano y frenan su ímpetu. Así lo hizo Unión Española, que no se complicó en cortar los circuitos los azules.
El mediocampo de los rojos fue simple, sin aspavientos. En el primer tiempo, los dirigidos de Jorge Pellicer maniataron a Marcelo Cañete y dejaron sin fútbol a los universitarios. Entonces el cuadro de Rafael Dudamel se convirtió en un equipo largo predecible, sin la sorpresa necesaria para desestabilizar el orden de los hispanos.
Porque los de Santa aura fueron más directos. Víctor Méndez aparecía siempre solo en el medio para romper líneas, mientras Patricio Rubio y Cristián Palacios se tiraban atrás para generar juego.
Y aunque Diego Sánchez sacó con los pies una clara de Ángelo Henríquez, a los 23′, lo cierto es que fueron los visitantes quienes tuvieron las dos ocasiones más claras en el primer tiempo. Las dos con los mismos protagonistas: Palacios y el meta Fernando de Paul.
En la primera una media vuelta del uruguayo terminó en una pelota que sacaron entre el arquero azul y el travesaño. Se jugaba el minuto 25, el inicio de los mejores momentos del cuadro ibérico, que se confirmaron a los 34 minutos, cuando el cabezazo del Chorrillano terminó en la gran tapada de la noche.
Reacción azul
En el segundo tiempo, el técnico venezolano se vio obligado a mover las piezas. El ingreso de Joaquín Larrivey por Simón Contreras pretendió de darle mayor presencia ofensiva al equipo.
Y resultó. Un tiro libre al área de Unión obligó a un cabezazo desesperado de Palacios. La pelota le quedó al Bati Larrivey, quien tuvo tiempo para acomodarse y castigar a Sánchez con un derechazo perfecto, a los 52 minutos.
El tanto encendió a los universitarios y dejó sin aliento a los rojos que, hasta la jugada del argentino, eran superiores. Ángelo Henríquez aprovechó el momento y estrelló la pelota en el ángulo, a los 56′.
Pero fue un espejismo, porque los hispanos supieron igualar las acciones. En una jugada aislada, extraña, Juan Pablo Gómez enganchó hacia adentro y su remate débil se coló en el segundo palo de De Paul. Un 1-1 merecido, a los 62′, que prometía ritmo y dinámica para la media hora final.
Pero los hispanos no aprendieron la lección. Espinoza recuperó en la media cancha y los de Pellicer dejaron solo a Cañete. Craso error, porque el argentino, con cancha abierta, no dudó en rematar desde 30 metros para dejar sin resistencia al Mono Sánchez, a los 66 minutos.
En los minutos finales, los universitarios supieron mantener la ventaja. No pasaron zozobras en el fondo y contuvieron los últimos, y tímidos, embates de Unión Española que queda penúltima en la tabla de posiciones. Distinta realidad para el cuadro universitario, que llega con la confianza al tope para el Superclásico del domingo.
Universidad de Chile: F. De Paul; Y. Andía, L. Casanova (18′, O. González), R. Arias, M. Morales (70′, D. Carrasco); C. Moya, G. Espinoza; M. Cañete (84′, M. Sandoval); T. Rodríguez (70′, N. Luján), A. Henríquez, S. Contreras (46′, J. Larrivey). DT: Rafael Dudamel.
Unión Española: D. Sánchez; S. Magnasco, F. Platero, T. Galdames, M. Jorquera; V. Méndez, G. Navarrete, J. P. Gómez (67′, R. Farfán); J. Abrigo (67′, I. Lemmo); P. Rubio, C. Palacios. DT: Jorge Pellicer.
Goles: 1-0, 52′, Larrivey; 1-1, 62′, Gómez; 2-1, 66′, Cañete.
Árbitro: Fernando Véjar, quien amonestó a Casanova y Carrasco (U); y a Sánchez, Jorquera y Platero (UE).
Estadio: El Teniente, Rancagua.