Universidad Católica logra un nuevo hito en la construcción de su nuevo estadio. Este domingo, precisamente en el último día de 2023, el club estudiantil anunció que llegan a un 50 por ciento del avance en el recinto deportivo. De esta manera, cierran el año con uno de los objetivos que se habían puesto en esa materia.
Juan Tagle, presidente de Cruzados, había adelantado a El Deportivo que la intención en la concesionaria era llegar a la mitad de la construcción antes del 2024. “En diciembre esperamos llegar al 50% de avance. Va con todos los desafíos propios de una construcción de esta envergadura, pero avanzando bien”, declaraba el directivo.
En esa línea, también daba a conocer que los plazos de término que se habían puesto inicialmente no se podrán cumplir. “Pensábamos que lo íbamos a lograr a mediados del próximo año, esto se va a atrasar un poco para mediados del segundo semestre o de ahí hacia adelante”, decía el abogado. A mediados de temporada, Juan Pablo Pareja había dicho que la idea era inaugurarlo después de la Copa América que se celebrara en Estados Unidos.
Pese al mal momento deportivo y a las complicaciones en elementos vinculados al estadio, como la venta de lozas que no cumplió con las expectativas, desde Cruzados insisten en que todo está controlado a nivel económico. “Tenemos el financiamiento conseguido a través de la colocación de bonos que se hizo, del aumento de capital. Hicimos una emisión de bonos convertibles, que son 150 mil UF más. Tenemos el contrato con Claro, en un contrato inédito en el fútbol chileno, a 20 años, a cambio de casi US$40 millones. Y todas nuestras empresas que están apoyando”, señaló Tagle.
A finales de noviembre, en Universidad Católica ya habían festejado otro hito en la construcción del nuevo San Carlos de Apoquindo: la instalación de la madera. Se trata, nada menos, que de un material que será predominante en el diseño y que llegó a Las Condes desde la última semana de octubre. Son 1.600 metros cúbicos de manera laminada los que tendrá la infraestructura, algo que fue comprometido por la CMPC, empresa que en mayo firmó un contrato con Cruzados.
Esperan que no afecte
La localía sigue siendo un tema en la UC. Ahora, ya con la experiencia de 2023, esperan que sea menor el impacto durante el año entrante. Así y todo, saben que no es lo mismo jugar en su recinto que en otros. A lo largo del curso recién pasado, el cuadro franjeado recibió a equipos en distintos lugares. Concepción, La Serena, Rancagua y Santa Laura fueron la casa provisoria de Universidad Católica en algún momento del año.
“La falta de nuestra cancha ha tenido un impacto deportivo. No es excusa, es una realidad. En San Carlos nos hacíamos fuertes, en los clásicos, por ejemplo. En un principio, el Santa Laura lo íbamos a usar solo nosotros y ellos (Unión Española). A último minuto apareció la U. No es contra la U, pero sentimos que la cancha se estaba sobrecargando. Fue una dificultad adicional. Al final la cancha del Santa Laura mejoró harto su nivel, y esperamos que este año 2024 nos acompañe más todavía la gente”, sentenciaba Tagle. Esta idea ha sido repetida tanto en el cuerpo técnico como en el plantel.
La obra gruesa en Las Condes ya se ve avanzada. Luego vienen los detalles. En este punto se encuentra uno de las situaciones que ha generado controversia: el pasto. En Cruzados aun no se decantan por algún tipo de césped en específico. Sin embargo, las opciones son natural o sintético. En caso de este último, se trata de uno, eso sí, distinto al que se utiliza comúnmente, compuesto por corcho, fibra de coco y derivados de madera, reemplazando al habitual caucho. La idea de un campo mixto, que son 92% de superficie natural y 8% de sintético, fue descartada.