A ratos, un déjà vu de lo que ocurrió en Cali frente al América, con una Universidad Católica dominante y un equipo local resistiendo la superioridad cruzada. La noche del martes en Porto Alegre, ahora ante Gremio, otra vez la UC mereció más y otra vez se fue con sensación de amargura. Y encima, eliminada virtualmente. Y otra vez todo lo bien que se le da en Chile, el conjunto precordillerano no puede llevarlo al nivel internacional. Ya es su gran peso.
El equipo de Ariel Holan otra vez pagó caro el no poder capitalizar la tenencia de pelota. Fue el gran pecado del equipo de la franja, que a los cinco minutos avisó, por medio de una media volea de Huerta, que saldría a buscar con todo la victoria, el único resultado que la dejaba dependiendo de ella misma de cara a la última fecha del Grupo E.
Salvo momentos puntuales del primer lapso, la UC dominó las acciones. Le faltó, eso sí, mucha profundidad. Tuvo la pelota, pero no supo cómo hacer daño. Apenas una vez el Chapa Fuenzalida logró ganar línea de fondo en los primeros 45′.
No apareció Pinares, tampoco Puch, menos Lezcano, a Zampedri no le quedó una pelota cómoda y Aued, barómetro del conjunto chileno, quedó condicionado con una absurda amarilla que encima lo deja suspendido para el duelo ante Internacional de la última jornada.
Daba la sensación de que ajustando algunas piezas de cara al segundo tiempo, la Católica tenía a la mano el triunfo y con ello la posibilidad de clasificar a octavos de final, su gran barrera. Sin embargo, fue todo lo contrario. Y otra vez con errores absolutamente evitables.
A los 47′ una pelota se paseó por aire en el área de los de la precordillera. Nadie la despejó y al final Pepe le ganó la espalda a Fuenzalida, pateó al palo de Dituro y abrió la cuenta. Baldazo enorme de agua fría para el equipo cruzado, que otra vez, habiendo merecido abrir la cuenta como forastero en la Copa, tenía que remar de atrás.
La lápida casi definitiva para los universitarios llegó a los 63′: Alisson ganó muy fácil línea de fondo por derecha y encontró casi en soledad por el centro a Rodrigues, que no tuvo más que empujarla para encaramar a Gremio en su zona y de paso dejar al borde de la eliminación a la UC de la Libertadores.
Por otro año consecutivo la Católica, que en Chile no tiene contrapeso y con poco mira a todos hacia atrás, está a un paso de ser eliminada tempranamente de la Copa. De ahí en más no hubo respuestas. Ni futbolísticas ni de Holan, que no hizo modificaciones. Ahora le resta, aferrarse a mirar el premio de consuelo que significaría acabar tercero del Grupo E para meterse a la Copa Sudamericana.
En Colombia y en Brasil la Católica tuvo las herramientas necesarias para torcer su destino. Tuvo fútbol, tuvo ideas, mas no la calma necesaria. Tampoco suerte ni un revulsivo que pudiera romper todo con una individualidad. Sobre todo ante Gremio, cuando más lo necesitaba.
Gremio 2: Vanderlei; L. Orejuela, Rodrigues (81′, Ruan), David Braz, Bruno Cortez; Darlan Mendes, Henrique Matheus; Alisson (90′, Araujo), Robinho (67′, Thaciano) Pepe (80′, Ferreira); y Diego Souza (90′, Morais). DT: Renato Gaucho.
U. Católica 0: M. Dituro; J. P. Fuenzalida, G. Lanaro, V. Huerta, R. Rebolledo; I. Saavedra, L. Aued, C. Pinares; G. Lezcano, F. Zampedri y E. Puch. DT: A. Holan.
Goles: 1-0, 47′, Pepe, en el vértice del área chica. 2-0, 63′, Rodrigues, tras desborde de Alisson.
Árbitro: F. Tello (ARG). Amonestó a Orejuela, Robinho (G); Fuenzalida, Aued, Rebolledo (UC).
Estadio Arena do Gremio. Sin público.