Este domingo, en el estadio Monumental, Colo Colo derrotó a Universidad Católica para transformarse en el ganador de la Zona Centro Norte de la Copa Chile. De esta manera, el cuadro albo accede a las semifinales nacionales y aguarda por su rival: el vencedor de la Zona Norte (Cobresal o Cobreloa).
Después del encuentro, la UC denunció un hecho de violencia que enloda un ambiente que, en líneas generales, había sido tranquilo. A través de sus redes oficiales, Cruzados dio a conocer que el bus en el que se trasladaba el equipo fue interceptado y apedreado por forofos del Cacique.
“El bus que trasladaba a la delegación de Universidad Católica de vuelta a San Carlos de Apoquindo fue interceptado en Alameda y Plaza Baquedano, por hinchas de Colo Colo quienes apedrearon el bus, rompiendo cinco vidrios. No hubo heridos y solo consignamos este triste hecho porque la violencia no puede ganar nunca”, manifestó el club estudiantil, acompañando el mensaje con imágenes de los vidrios rotos en el vehículo.
Cabe consignar que el partido de vuelta (de hoy) entre colocolinos y estudiantiles se jugó sólo con presencia de hinchas del equipo local en el recinto de Macul. Asistieron cerca de 40 mil espectadores. El duelo de ida, que se disputó el miércoles pasado en Santa Laura, se desarrolló a puertas cerradas, porque la UC acarrea una sanción desde la Copa Chile del año pasado, por la agresión al arquero Martín Parra, en un Clásico Universitario que se jugó en Valparaíso.
Aunque no se haya tratado de un hecho dentro de un reducto deportivo y el club afectado no reportó heridos, esta agresión se une a la lista de lamentables hechos de violencia en el fútbol que han marcado a un 2023 complejo respecto a este tema.
De hecho, el Cacique ha tenido que jugar partidos sin público en su estadio en el Campeonato Nacional, debido al accionar de un grupo puntual de fanáticos.