La UC despidió a Mario Salas de la mejor forma. Los cruzados se impusieron por 2-4 a Deportes Antofagasta después de ir cayendo por 2-0. Mostraron sus mejores 45 minutos en la segunda fracción del partido que se disputó en el estadio Calvo y Bascuñán. El Comandante salió corriendo, en señal de alegría. Los locales se fueron con una tristeza enorme. Rasguñaron la clasificación a la Copa Sudamericana, la que iba a ser su primera competencia internacional. Pero terminaron mascando la rabia. La celebración se trasladó a Temuco, que, finalmente, jugará la competencia continental.
Antofagasta partió con todo. Un triunfo clasificaba a los nortinos a la Copa Sudamericana, una situación inédita, histórica. Y los Pumas partieron reuniendo todos los méritos para conseguir ese objetivo. Agresivo, dinámico y apoyado en el talento de Ángelo Araos y Bryan Carvallo, el cuadro de Nicolás Larcamón sorprendió a la UC.
Los Pumas alcanzaron a estar en ventaja por 2-0. En los 34', Flavio Ciampichetti acertó un cabezazo ajustadísimo en el arco de Toselli, después de un centro de Carvallo. Y cinco minutos más tarde el festejo en la Segunda Región era absoluto: Ahora, Ciampichetti se transformaba en asistente de Carvallo, quien sólo frente al arco marcaba una diferencia que parecía decisiva.
Pero vino el calvario. La UC afrontó el segundo tiempo con una disposición diferente. Quizás en homenaje a Mario Salas, quien dirigía su último partido en la banca estudiantil. Quizás porque la última arenga del Comandante surtió efecto. Quizás, también, porque sólo en sus últimos 45 minutos le entendieron el mensaje.
El juvenil David Henríquez (48'), con un cabezazo; Diego Buonanotte en pleno punto penal (67'), José Pedro Fuenzalida (88') y Luciano Aued (90'+3, de penal) anotaron los goles que permitieron revertir el resultado, despedir dignamente a Salas y enmudecieron a los Pumas, que vieron como la ansiada participación internacional quedaba en manos de Deportes Temuco.