El Clásico Universitario 198 fue cruzado. El partido más tradicional del fútbol local volvió al Estadio Nacional luego de dos años con 45 mil personas y solo hinchas azules, que vieron cómo Universidad Católica le quitó el invicto a Universidad de Chile, su más enconado adversario deportivo (2-1). Con rendimientos destacados, poniéndose el overol cuando correspondía y con eficacia ofensiva, la Franja tiene su mayor alegría en mucho tiempo.
El equipo de Gustavo Álvarez, el sólido líder de la competencia, ponía sobre la mesa su invicto, ante una UC que venía en una sostenida alza de la mano de Tiago Nunes. Además, era una prueba para ambos elencos considerando el siguiente factor: mientras la U no se ha mostrado tan convincente como local (llegó con tres empates en cinco partidos), la Católica no registraba derrotas como visitante (en seis juegos, hasta antes del clásico).
Si bien Álvarez recuperó a valores importantes en su estructura como Zaldivia y Morales, en el calentamiento perdió a Ignacio Tapia, quien se lesionó. Tuvo que salir de improviso el juvenil David Retamal para entrar en la zaga. Con esto, Zaldivia se fue a la izquierda. En la vereda franjeada, el brasileño Nunes recuperó a Farías, su volante central más natural. Como todo un juego de ajedrez, el movimiento de las piezas era factor para tratar de sorprender. Y la posición de Cristián Cuevas entró en aquello, instalándose por la derecha para cubrir la banda (se impuso en el duelo a Morales), formando la línea de cinco con la que salió la UC.
El arranque fue friccionado e intenso, más la polémica del gol anulado a Kagelmacher por fuera de juego (el VAR debió tirar las líneas). Parecía que al árbitro Cristián Garay se le iba de las manos, pero fue controlando lo que sucedía en la cancha. Dentro de ese inicio intenso, la U aplicó su receta conocida, con presión alta y verticalidad. Encontró premio en los 9 minutos con el 1-0 de Leandro Fernández, con un remate de frente al arco y que sufre un desvío, descolocando al meta Gillier. La movilidad de los jugadores azules complicaba a una Católica que todavía se adecuaba a la estructura nueva.
Sin embargo, el partido fue cambiando. Se fue emparejando, en rigor. Ese quiebre llegó con el 1-1 anotado por Alexander Aravena, en los 22′. El Monito, devenido en mediocampista, se fue desde la izquierda hacia el centro y sacó un remate de distancia que complicó a Castellón, quien no presentó la respuesta más sólida. Los cruzados empezaron a mostrar una mejor cara, parándose más arriba en la cancha y neutralizando esa presión aplicada por los laicos.
Un duelo muy táctico, en el cual nadie quería regalar nada y en el que los centrodelanteros no entraban en los circuitos ofensivos. La premisa instalada era tratar de amortiguar las fortalezas del rival.
Asentada mejor en la cancha, la UC empezó a dejar sensaciones más positivas. leyendo de manera más adecuada cómo hacerle daño a una U de Chile que no fluía. En el segundo lapso, Católica tuvo un par de chances concretas para convertir, de Aravena y Tapia, respectivamente, que se desperdiciaron. Pero uno que no perdonó fue Fernando Zampedri.
El capitán de los cruzados no era muy asistido en ofensiva. Pero tuvo una y la embocó. Y cómo la embocó. Minuto 61 y los forofos azules que llenaron el coloso de Ñuñoa vieron uno de los goles más grandiosos en Clásicos Universitarios, quedando estupefactos. Una chilena excepcional del Toro, tras un centro de Ampuero desde la derecha, se cuela en un rincón de la portería de Castellón para darle la ventaja a los visitantes. La amarilla que recibió por sacarse la camiseta le dio lo mismo. Había que festejar a lo grande. Con 109 goles en el club, superó la marca de Alberto Fouillioux.
Con este escenario, la UC se fue fortaleciendo y se abroqueló en defensa, despejando toda pelota que caía en el área. La U se fue hacia arriba para dar con el empate, no necesariamente con prolijidad. Una clara sucedió en los 74′, cuando Maxi Guerrero elevó de manera increíble. Era el 2-2. En los descuentos, Gillier se erigió como sostén.
En definitiva, la versión 198 del choque de las universidades fue un triunfazo para Católica, que arremete en la pelea por el título. Se acabó el invicto de la U y también para Gustavo Álvarez, quien llevaba nada menos que 23 partidos de Primera sin caer (desde julio de 2023, con Huachipato).
Ficha del partido
U. de Chile: G. Castellón; D. Retamal (64′, L. Pons), F. Calderón, M. Zaldivia; F. Hormazábal, M. Díaz, I. Poblete (76′, M. Sepúlveda), M. Morales; M. Guerrero (83′, F. Mateos), C. Palacios y L. Fernández. DT: G. Álvarez.
U. Católica: T. Gillier; C. Cuevas (90′, G. Soto), B. Ampuero, D. González, G. Kagelmacher, E. Mena; C. Pinares, A. Farías (69′, L. Menossi), A. Aravena (90′, J. Torres); G. Tapia (79′, C. Montes) y F. Zampedri (90′, N. Castillo). DT: T. Nunes.
Goles: 1-0, 9′, Fernández, remate de frente que se desvía y descoloca a Gillier; 1-1, 22′, Aravena, remate bajo desde fuera del área; 1-2, 61′, Zampedri, con una vistosa chilena.
Árbitro: C. Garay. Amonestó a Morales, Zaldivia, Mateos (U); Farías, Ampuero, González, Zampedri, Menossi, Cuevas (UC).
Estadio Nacional. Asistieron 45 mil personas.
En cursiva, jugadores juveniles.