En la U dan por descontado el fichaje de Jeisson Vargas. Sabino Aguad, gerente deportivo, se lo comunicó al técnico Frank Kudelka, quien lo solicitó para reforzar la vacante que dejó Soteldo. La noticia también fue entregada a los directores de Azul Azul. La llegada, incluso, fue conversada en la reunión de directorio de ayer.

El arribo es inminente, más aún cuando el joven volante ya se realizó los exámenes médicos en la Clínica Meds. Su club, el Montreal Impact, en sus redes sociales, avisó que Vargas no se sumaría a la pretemporada por estar negociando un préstamo.

Pero lo que parecía un mero trámite, luego de llegar a un acuerdo con el jugador y su representante, Sergio Gioino, se complica. No se consideraron las trabas que pondría Universidad Católica para complicar el fichaje de su futbolista y barrista. El jugador fue ofrecido varias veces a la UC durante la presente temporada, según el entorno del jugador. Sin embargo, en Cruzados  aseguran que el delantero recién fue ofrecido una vez en los último mses, el sábado.

Pero a la UC, dueño del 40% del pase del futbolista, quiere hacer valer ahora una cláusula que se estipuló al momento de armar el contrato del futbolista. En el documento, se estipula, según esta versión de San Carlos, que el equipo canadiense no podrá ceder a ningún club chileno, de manera definitiva o temporal, al futbolista formado en las canteras cruzadas. El incumplimiento de esta obligación generará una indemnización equivalente a la suma de US$ 10 millones. Desde la dirigencia del cuadro precordillerano niegan oficialmente la cláusula penal. Reconocer este tipo de acuerdos de veto, prohibidos por la FIFA, acarrea sanción.

En La Cisterna están expectantes y convencidos de la llegada del jugador. Pero la UC no quiere reforzar a su eterno rival con un futbolista en parte suyo y tan arraigado emocionalmente a sus colores.