La UC lidera el reclamo de los clubes chilenos contra Conmebol por la inequidad de torneos internacionales
A raíz de la desigual repartición de cupos para las competencias, desde el fútbol local se ha explicitado la protesta. “Hay que terminar con la aberración del partido único en la primera fase de la Sudamericana”, expuso Juan Tagle, presidente de Cruzados.
En las últimas finales de los torneos continentales, Pablo Milad estuvo presente en la ceremonia de premiación, tanto en la Copa Sudamericana como en la Copa Libertadores, participando de la entrega de las medallas. La razón es que el timonel de la ANFP es también vicepresidente tercero de la Conmebol. En el caso de la primera, en la definición entre Racing y Cruzeiro, disputada en Asunción, su presencia no pasó desapercibida para un dirigente.
Juan Tagle aprovechó la instancia y le envió un contundente mensaje a Milad en redes sociales, el que llevaba consigo una queja directa por el sistema de clasificación a las copas. “Linda final de Copa Sudamericana. Ojalá el presidente de la ANFP haga las gestiones para una distribución más equitativa de los cupos a copas entre los distintos países para no seguir aumentando las diferencias”, manifestó el abogado y timonel de Cruzados, en su cuenta de X. Tagle añadió otro reclamo: “Además terminar con la aberración del partido único en la primera fase de la Sudamericana”.
El emplazamiento no es una mera casualidad. No es la primera vez que desde Católica manifiestan su molestia por el cambio decretado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, que implementa un duelo único de eliminación directa en los choques entre equipos del mismo país, menos Brasil y Argentina, para acceder a la fase de grupos. A diferencia de lo que sucede en la Libertadores (donde las fases 1, 2 y 3 son a dos partidos), en la Copa Sudamericana es un “mata-mata”. Dicho de otra manera, se trata de una clasificación “a medias”.
La propia UC ha sufrido con estas instancias, porque en dos años consecutivos se quedó eliminado, lo que implicó un desliz tanto deportivo como económico. Le pasó en 2023 ante Audax Italiano, en Rancagua, y en 2024 ante Coquimbo Unido, en Concepción. Ambos tropiezos terminaron afectando los procesos de sus respectivos entrenadores: Ariel Holan y Nicolás Núñez.
En esta ocasión, la escalada apuntaba a ser más regional. El fútbol chileno, y en particular desde la precordillera, ha explicitado esta suerte de “rebelión” de los países que se sienten perjudicados (Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) ante la hegemonía del duopolio Brasil-Argentina, que domina sin mayor contrapeso las competencias de clubes en este lado del mundo, en presencia y resultados.
“Es totalmente desproporcionado desde cualquier punto de vista. Y también es absurdo el tema de la fase previa de Sudamericana en partido único, algo que atenta contra reglas básicas del fair play deportivo. Las explicaciones que recibe Pablo (Milad) en Conmebol son que es un tema de contratos de televisión, un tema de costos. A mí no me parecen buenas las respuestas. Creo que es un tema de voluntad. Y se reparte demasiado dinero en las instancias finales de Copa, que terminan yendo a los equipos que sabemos y no hay dinero para financiar partidos de ida y vuelta en Sudamericana. Yo no comparto eso. Voy a seguir reclamando hasta que no esté en este cargo, porque me parece injusto el sistema que hay y lo que está logrando es que se vayan aumentando las distancias”, emitió abiertamente Juan Tagle durante la presentación de la nueva camiseta de los cruzados.
Cuando se implementó la medida por primera vez, en 2023, tres de los cuatro chilenos participantes elevaron una nota de reclamo formal (la UC, Cobresal y Palestino, porque Audax Italiano se desmarcó de la protesta), también por lo intempestivo del cambio en el reglamento. “Resultó una total sorpresa para el mundo del fútbol, porque introduce un sistema que atenta contra todo criterio futbolístico y de justicia deportiva”, declararon en aquella oportunidad.
La disparidad
Haciendo un paneo general, la disparidad se hace visible. El Brasileirao, la liga más fuerte de Sudamérica, es un certamen en el cual más de la mitad de sus integrantes acceden a las copas. Son 14 de los 20 clubes los que tendrán participación internacional en 2025, equivalente al 70%. Para la Libertadores, tienen en total ocho plazas (siete cupos más Botafogo, último campeón), el doble de los cupos que tiene el resto de los países, salvo Argentina. De esos ocho, seis entran directo a los grupos. En el caso de los transandinos, cuentan con seis cupos (cinco en grupos) más Racing, el campeón de la Sudamericana.
Pero donde se refleja la mayor disparidad tiene relación con el acceso a la Sudamericana. La primera fase cuenta con los cuatro representantes de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, quienes se eliminan entre sí en llaves nacionales. Como es un partido único, donde solo dos pueden ejercer localía, dos de los cuatro de cada país no puede obtener ganancias por recaudación. Por contraparte, los seis cupos de Brasil y Argentina entran directo a la fase de grupos.
En la situación particular de la Serie A brasileña, clasificaron del 9° al 14°. En la última fecha, equipos como Fluminense y Atlético Mineiro iniciaron la jornada cerca del descenso y terminaron entrando a la Copa. El 14°, Gremio, superó por tres puntos al 17°, Athletico Paranaense, que bajó a la B. En Chile, entre el 7° (Everton) y el penúltimo (Cobreloa), se marcaron 14 puntos de distancia.
Para clasificar a la Sudamericana, un equipo chileno debe estar dentro del 43% superior del Campeonato Nacional. Por su parte, en Brasil basta con no estar en el último tercio de la clasificación. El jueves se efectuó el sorteo de la primera fase y determinó las llaves: Católica vs. Palestino y Unión Española vs. Everton. Ambas se jugarán en marzo.
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