La UC y Cobresal entregan un empate frenético: mucho ataque y poco equilibrio para los cruzados
En uno de los mejores partidos de lo que va del Torneo Nacional, franjeados y mineros igualaron 3-3. A la media hora de juego, Católica estaba 3-1 arriba, sin embargo lo desperdició. Las grietas en la defensa fueron un problema. Quien dejó buenas sensaciones en su debut fue el colombiano Rovira.
Un tropezón no es caída, dicen. Universidad Católica perdió el invicto en Coquimbo, cayendo agónicamente ante el pragmático cuadro de Fernando Díaz. Este domingo, siendo local en Rancagua, los cruzados tenían la opción de redimirse frente a Cobresal. Tenían todo a su favor para sumar de a tres, teniendo una ventaja de dos goles al cabo de 30 minutos. Sin embargo, el equipo católico echó por la borda ese panorama favorable y terminó resignándose a un empate 3-3.
Ariel Holan mostró dos novedades en su escuadra, producidas también por las bajas de Branco Ampuero y César Pinares. Esos cambios fueron los estrenos oficiales de Guillermo Burdisso en la zaga y de Brayan Rovira en el medio. Con poco menos de una semana de prácticas, el colombiano debutó de inmediato y dejó buenas sensaciones en los 58 minutos que estuvo en la cancha. No así con el zaguero transandino.
El primer tiempo entregó un enfrentamiento movido, de lado y lado, con ataques directos y defensas más bien febles. Cobresal puso la sorpresa de entrada. Pasaron recién dos minutos y Gastón Lezcano convirtió el 1-0 para la visita, con un remate bajo tras una intervención de Dituro. El tiro se desvía en Burdisso, lo que termina descolocando al arquero, que tenía su primera actuación con el carnet chileno.
Esta UC opta por la ductilidad de sus elementos para plasmar la idea de Holan. Así se vio con los movimientos de Ignacio Saavedra, quien pasaba al fondo para soltar a Mauricio Isla. El Huaso, una especie de comodín, aparecía por momentos como un segundo volante central, junto a Rovira. El cafetalero destacó por su buen pie y prolijidad en el trato de la pelota. Tanto estudiantiles como mineros atacaban mediante las transiciones rápidas, sin embargo Católica lo hacía con más tenencia y rotación.
El lapso inicial cambió con fuerza. La UC pasó de estar 1-0 abajo, a 3-1 arriba. En los 12′, Franco Di Santo empató con un típico gol de 9; en área chica. Después, en los 26′, llegó el 2-1 de Fernando Zampedri, conectando un centro bajo de Tapia. Cada ataque de los cruzados era sinónimo de riesgo para el área cobresalina, superada por el ímpetu ofensivo del contrario.
Tres minutos más tarde, Alexander Aravena decretó el 3-1 para la UC, con un potente remate de zurda tras enganchar a un rival. En la media hora de partido, a la Católica se le arreglaba, supuestamente, el panorama. Pero no. El Cobresal de Gustavo Huerta también tomó sus riesgos y encontraba espacio en la franja izquierda cruzada, aprovechando que Eugenio Mena dejaba un forado que nadie tapaba tras sus subidas (no fue un buen partido para el ex Racing). Los dos goles mineros del primer tiempo llegaron por acciones en ese sector. Nelson Sepúlveda estrechó las distancias en los 38′.
Para corregir las fisuras del fondo, Holan movió de lado a los centrales. Burdisso pasó a la derecha y Kagelmacher, a la izquierda, como acostumbra cuando juega al lado de Ampuero. En el complemento, Cobresal le quitó el balón a la UC, arrinconando por momentos a los franjeados, que se notaban incómodos y sin un conector que le diera pausa y pase (léase, Pinares). Faltaba precisión en los metros finales en los dos.
Los albinaranjas estaban cerca, hasta que empataron en los 66′, gracias a un cabezazo de Maximiliano Rueda. Premio a la búsqueda visitante y castigo para una Católica que perdió los colores en la segunda parte y todavía busca esa necesaria dosis de equilibrio para manejar los partidos. El encuentro era una moneda al aire. Desenlace incierto.
En definitiva, una igualdad que le deja mejor sabor de boca a un Cobresal que es difícil para cualquier rival, con alternativas para hacer daño. Mientras tanto, la Católica de Holan sigue en la búsqueda de una idea más fraguada. Si bien el ataque y la verticalidad es evidente, todavía requiere de un equilibrio que le permita ser más sólido en el fondo. Porque, en este partido, no lo fue.
Ficha del partido
U. Católica 3: M. Dituro; M. Isla, G. Kagelmacher, G. Burdisso, E. Mena (85′, A. Parot); I. Saavedra, B. Rovira (58′, B. Nieto); G. Tapia, A. Aravena; F. Di Santo (58′, C. Cuevas) y F. Zampedri. DT: A. Holan.
Cobresal 3: L. Requena; G. Pacheco, D. Céspedes, F. Alarcón, M. Jorquera; F. García (61′, L. Valencia), N. Sepúlveda (61′, M. Rueda), A. Camargo, C. Munder; G. Lezcano (85′, L. Vásquez) y C. Waterman. DT: G. Huerta.
Goles: 0-1, 2′, Lezcano, remate bajo tras atajada de Dituro; 1-1, 13′, Di Santo, aprovecha rebote en Alarcón en área chica; 2-1, 26′, Zampedri, conecta un centro bajo de Tapia; 3-1, 29′, Aravena, tiro potente de zurda; 3-2, 38′, Sepúlveda, con una pirueta dentro del área; 3-3, 66′, Rueda, cabezazo por el centro del área.
Árbitro: F. Gilabert. Amonestó a Di Santo, Tapia, Kagelmacher, Cuevas, Saavedra (UC); Céspedes, Alarcón, Munder (CSL).
Estadio El Teniente, Rancagua. Asistieron 6.222 personas.
En cursiva, jugadores juveniles.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.