La UEFA desconoce la invitación a Argentina para jugar en sus torneos. La idea surge ante el divorcio entre la AFA y la Conmebol, dos entidades históricamente afines, debido a las quejas de los transandinos por cobros u omisiones referiles que les perjudicaron en la Copa América, particularmente en la semifinal frente a Brasil, y por los criterios de utilización del VAR, que fue usado por primera vez en la historia de la competencia. Ni el habitualmente mesurado Lionel Messi quedó al margen de las propuestas. El astro del Barcelona las encabezó. Habló, sin filtro, de corrupción.
Más allá de lo ilógico que parezca un eventual cambio de continente para la Albiceleste, lo concreto es que la entidad que rige al fútbol del Viejo Continente, descarta de plano la idea. A través de un comunicado, la organización que preside el esloveno Aleksander Ceferin, fija su postura. "La UEFA nunca ha entrado en ningún debate sobre este asunto y nunca lo haría", explica. Eso sí, abre el margen para una invitación a los transandinos como espectadores de algún torneo organizado por ellos. "Sin embargo, en un espíritu de amistad y camaradería y como organización inclusiva, la UEFA, por supuesto, invitará a Argentina como invitada especial a ver cualquier competición de la UEFA en cualquier momento", añade la comunicación.
En Argentina atribuían a Ceferin una invitación a los transandinos que se habría producido hace algunos meses, antes del surgimiento de la Nations League. En esa oportunidad, según consigna el sitio argentino TyC Sports, Argentina agradeció, pero desestimó la propuesta.
La Conmebol, lejos de querer bajarle la temperatura al ambiente, había contraatacado a las quejas argentinas con un comunicado en el que hablan de "acusaciones infundadas que ponen en tela de juicio la integridad de la Copa América". Ciertamente, el instrumento no tiene destinatario, pero puede ser concebido como una respuesta a las quejas de Messi y la asociación que preside Claudio Tapia.