El Fantasma de la B se apareció por todos lados en el estadio Monumental. Los hinchas de Colo Colo hacían fila para fotografiarse con él. Fueron varios los fanáticos que llegaron disfrazados. La U, el archirrival, llegaba al Superclásico en zona de descenso y los fanáticos albos querían enrostrárselo al simpatizante azul.

Sin embargo, más allá del folclore, el Fantasma de la B existe. Es real. Y no solo se entretuvo deambulando por las tribunas del recinto de Pedreros, sino que también por el camarín de Universidad de Chile, donde parece haber encontrado su hogar.

Porque el miedo al descenso se apoderó del vestuario estudiantil. Si en las primeras fechas el asunto era un mero chiste producto de un mal inicio de torneo, ya no. Ahora, a siete fechas del final, es una historia llena de terror.

El Fantasma de la B está en la cabeza de los jugadores de la U. El conjunto que lidera Hernán Caputto está penúltimo en el campeonato y el panorama es complejo, sobre todo porque mentalmente el cuadro laico está sucumbiendo a la presión del escenario adverso, que se ve negro y en el que ya no tiene margen de error.

¿Qué le queda a los azules? Cuatro partidos de local, tres de ellos ante sus rivales directos en la lucha por no perder la categoría.

Seguramente, la U querría jugar hoy mismo para revertir la situación. No será así. Tendrá que masticar la amargura hasta el jueves 17 de octubre, cuando enfrente a Deportes Iquique, en el Estadio Nacional, a las 21.00.

Será un duelo clave. Los Dragones Celestes, que hoy reciben a Everton, en Cavancha (12.30), tienen 23 puntos, es decir, dos más que los azules. Si se imponen ante los ruleteros, complicarán aún más el panorama para la U, para la que es imperativo ganarles en el Ñuñoa. De lo contrario, los nortinos se escaparán.

Cuatro días después, recibirán a Everton, otro equipo que pelea en la parte baja. Los viñamarinos tienen 25 puntos y, pase lo que pase, llegarán a este choque por sobre los de Caputto.

Luego, el 2 de noviembre, la U jugará con O'Higgins, que está encumbrado en las posiciones de avanzada.

No obstante, el duelo que desde ya asoma como decidor del futuro de los azules se producirá el 9 de noviembre. La U recibirá a Universidad de Concepción, el penúltimo versus el colista.

Si bien ayer desaprovechó la opción de salir del fondo, el Campanil al menos sumó un punto frente a Unión Española. Los de Francisco Bozán alcanzaron las 20 unidades y ya le pisan los talones a los estudiantiles, pues quedaron a solo un punto.

Antofagasta, que ayer venció a O'Higgins, respira por ahora. El triunfo por el que lloró José Luis Navarrete, presidente de Azul Azul, no vale de mucho ahora mismo.

La U tendrá que rezarle al Cacique, por los albos serán jueces del descenso, ya que se medirán con Iquique, Everton y Antofagasta.