Pocas veces el fútbol de Nicaragua haya tenido tanta atención como en el último tiempo. Esto se explica por una simple razón: se trata del único torneo en Latinoamérica que no se detuvo ante el avance del coronavirus. El gobierno de Daniel Ortega, criticado por su estilo de manejo de la pandemia, no ha establecido confinamientos estrictos. En ese sentido, el deporte no ha parado en el país, que además ha tenido veladas de boxeo, a puertas cerradas.
En la noche del sábado, se disputó la final de vuelta del Clausura y el Real Estelí se título como el campeón, tras vencer como visita 1-3 al Managua, en partido disputado sin público. En la ida, jugada la semana pasada, habían empatado 1-1. Es el decimoctavo título de Primera División para el Real Estelí, que celebró a puertas cerradas y en la cancha del rival.
A la llegada de los equipos, hubo control de temperatura y medidas de higiene. No se respetó mucho el distanciamiento social a la hora de los festejos, aunque sí quien entregó la copa usaba mascarilla y guantes. Luego de la entrega del trofeo, el plantel se abalanzó sobre su capitán para el festejo, no lo más recomendado en tiempos de emergencia sanitaria.