"Yo quería contar mi parte de la historia". Así comenzó la entrevista de Carolina 'Krespita' Rodríguez en el estelar de farándula Primer Plano, de CHV, en donde la boxeadora hizo sus descargos luego de que se conociera su detención en Bolivia por tráfico de drogas, en 2007, cuando la deportista era campeona de kickboxing.
En la ocasión, ella dio su versión de los hechos y solicitó que estuviera sola en el estudio con los conductores del espacio de TV.
"Producto de la población de la que llego (La Pincoya), uno está en contacto con asesinatos, con drogas, crecí con ello. Con los valores de mi familia, había que estudiar y después trabajar para salir de contador auditor. Conocí el kickboxing y me dio frutos... En ese momento había emprendido un negocio, no tenía (plata) para trabajar y tenía la bala pasada de ser campeona mundial. Conocí a mucha gente que estaba ligada a esto (drogas) y me ofrecieron transportar algo ilícito en Chile, era droga. Nunca la vi porque estaba empaquetada", fue el inicio del relato. "En ese momento, como estaba la situación, que le debía a todo el mundo, me bloqueé, ni siquiera pensé las consecuencias. En ese momento sentía que tenía que responder a esa deuda, demostrarle a mi familia que era capaz. Me ofrecieron 15 mil dólares. Fue una desesperación, sabía que era algo malo pero no lo pensé, fui".
Mientras pasaban los minutos, Rodríguez entregó más detalles. "Mi familia no sabía donde yo iba, no estaba viviendo en mi casa. Fue por tierra, nos pidieron los pasaportes, y a mí en ese momento no me entraba la angustia. Cuando me trasladaron al lugar, dije que no quería llevar nada y quería devolverme a Chile. Me empezaron a amenazar. Al final caminé... Si me devolvía le podían hacer algo a mi familia, así que pasé (la frontera)", dijo.
"Después de salir a Chile estuve con crisis de pánico. Las cosas las fui superando en el camino. Una trata de borrar momentos que te duelen mucho", agregó.
Una de las situaciones que llaman la atención de la historia de la púgil, fue que ocurrió en el día de Año Nuevo. Dio detalles del distanciamiento que tenía con su familia: "Estaba peleada con todo el mundo. Ni lloré. Cuando me llevaron a la cautelar, pensé que esta película iba a pasar. No reaccionaba".
Prosiguió. "Cuando ya estaba adentro me hice consciente de que la cagué, del daño que podía causar. Pagué, estuve encerrada 11 meses. A los cinco o siete días conseguimos que los mismos policías nos prestaran un celular y mi papá comenzó a averiguar cómo podía tener libertad preventiva", declaró. Muchas veces durante la conversación, Krespita dijo que su padre fue el sostén principal en ese momento, que la acompañó durante este complejo episodio de su vida.
Detalló lo oscuro de su paso por prisión: "La cárcel es muy especial porque todo es corrupto, es como un pueblito pequeño, todo con plata se puede hacer, hasta para dormir, comer, moverte. La cárcel en sí es muy corrupta. Cuando mi papá llegó, tenía que pagar. Siempre tenía la esperanza de salir, pero luego tenía la resignación de estar ahí".
Sacó conclusiones, aunque fue duro. Incluso reconoció que pensó muchas veces en abandonar el deporte: "En este momento, con todo el aprendizaje, saco lo bueno de todo esto. Logré ser campeona del mundo y me demostré que podía. Mi familia se siente orgullosa de mí y soy feliz desde que me levanto hasta que me acuesto".