La vergüenza por la ausencia de arqueras es internacional: Juan Pablo Sorín se ríe de la negligencia de la Roja

El bochorno de la Selección femenina por haber disputado la final de los Juegos Panamericanos sin una arquera especialista, ante las partidas de Christiane Endler y Antonia Canales para reintegrarse a sus respectivos clubes, traspasa fronteras. Se transforma, derechamente, en un escándalo internacional. Fuera de Chile, también cuesta entender cómo se produjo un desajuste de tal magnitud.

Quien lo manifiesta es un referente del fútbol argentino y sudamericano. Juan Pablo Sorín, ex lateral de la Albiceleste, no tiene empachos para fustigar la desprolijidad en la que incurrieron las autoridades del fútbol chileno. El dardo es fuerte y se produjo en pleno desarrollo del encuentro que la Roja estaba perdiendo ante las aztecas. En la antesala del compromiso, de hecho, se produjo una inusitada protesta por parte de las futbolistas.

Como en la época en que transitaba fugazmente por la banda para llevar peligro a las defensas rivales, el transandino desplegó todas sus habilidades. Ya no las futbolísticas, sino las comunicacionales. De hecho, hace un tiempo que está dedicado a la labor de comentaristas.

El jugador formado en River Plate no utilizó eufemismos. “María José Urrutia, de delantera a arquera, obligada por la negligencia de la federación chilena”, criticó. Además, aludió a la gran ausente en el campo de juego. “Encima contaban con una de las mejores del mundo, Christiane Endler”, añadió, citando la cuenta en Twitter de la guardameta del Olympique de Lyon”.

Ahí, Juampi dejó fluir el sarcasmo. “¡Ah, no es un amistoso, es una final!”, exclamó, ridiculizando la situación por la que atravesó el combinado de Luis Mena, que derivó en la profundización de la serie crisis que hay entre la dirigencia y las seleccionadas. Sin ir más lejos, apenas terminó el encuentro, Endler y sus compañeras subieron a las redes sociales un durísimo comunicado conjunto en el que se respalda las quejas de la golera al anunciar su salida de la Selección y se expone una serie de carencias y errores de la mesa que encabeza Pablo Milad.

La intervención se produjo después de que Rebeca Bernal venciera a Urrutia, quien cumplió una destacada actuación entre los palos tras asumir la responsabilidad de actuar en el puesto más complicado de todos y en un encuentro histórico por definición.

Ciertamente, la delantera cumplió a gran nivel y realizó, incluso, varias contenciones meritorias. Sin embargo, ni eso disimula el papelón, que ya llena líneas y consume minutos fuera de los límites del país. Y en las voces o palabras de grandes figuras.