En el último tiempo, Gonzalo Lama no lo estaba pasando bien. Las lesiones y la falta de ritmo lo habían hecho perder posiciones en el ranking y hoy lucha por volver a reinsertarse. Y para eso tomó una radical decisión: dejar después de seis años a Martín Rodríguez, el técnico que compartía con Nicolás Jarry, la figura del momento.
Así, tras su actuación en el Challenger de Santiago, donde cayó en primera ronda, el León decidió cambiar el rumbo para comenzar a trabajar con Guillermo Gómez, entrenador de Tomás Barrios, en la Academia Alto Tenis. "Obviamente no fue fácil después de tantos años con Martín, porque se forma un lazo de cariño bastante importante. Pero tanto él como yo estábamos de acuerdo en que necesitábamos un cambio. Y yo en la primera persona que pensé fue en el Guille. Fue una muy buena decisión y estoy contento", asegura el número tres de Chile, después de su sesión de entrenamientos en el Club Providencia.
A diferencia de lo que suele suceder con la mayoría de los tenistas chilenos cuando terminan un vínculo profesional, la relación con su ex coach está intacta. "Con Martín quedó todo bien. Incluso, también estaba de acuerdo con la persona que yo escogí para empezar este nuevo proceso. Se puso muy contento por mí. Tenemos un lazo muy cercano, le voy a seguir pidiendo consejos y vamos a seguir comiendo asados. Va a ser lo mismo de siempre, sólo que ahora voy a estar con Guille de entrenador", afirma.
Logísticamente, con Jarry en el top 70 y jugando ATP, se iba a hacer más complejo que Rodríguez y Lama pudieran viajar juntos a los challengers, aunque ésa no fue la causa principal de la separación. "Pensábamos hacer algunas semanas con él (Rodríguez) y también había dos muy buenos entrenadores para viajar, pero iba más allá de eso. Igual creo que es mejor trabajar y viajar con una persona y eso va a pasar con Guille y Tomás".
En este nuevo proceso ya se vislumbran algunos cambios de juego, principalmente en el servicio y en el ataque. "En el momento en que conversé con el Guille, me entregué totalmente a lo que él quisiera en este proceso. Me está pidiendo jugar un tenis más agresivo, más encima de la línea, tratando de tomar la cancha un poco antes de lo que la estaba tomando", cuenta Lama.
"Éste es un desafío grande, me lo he tomado así. La gente de Alto Tenis me apoya para que Gonzalo logre el objetivo de meterse top 100. He tenido una muy buena recepción suya, tiene una intensidad que en pocos jugadores he visto. Ojalá que todo llegue a buen puerto. Estamos trabajando mucho la segunda pelota, que hay que atacarla. Cuando toca defender, volver a la línea. Hay que aprovechar esa intensidad, que yo creo que puede ser demoledora a la hora que la sepa ocupar", destaca Gómez.
El desafío más inmediato del León será el Challenger de San Luis Potosí, a partir del 27 de marzo, y luego la serie de Copa Davis frente a Argentina.