Deportes Temuco luchó, pero no pudo. El cuadro sureño fue un duro escollo para la Universidad Católica, que se impuso en el Germán Becker, se consagró campeón y condenó a los araucanos al descenso. El conjunto que adiestra Miguel Ponce cerró un 2018 de mucha irregularidad y no fue capaz de salvar la categoría. Su derrota ante los universitarios, además del cómodo triunfo de Palestino, 3-0 sobre Huachipato, terminó por volver real la peor pesadilla temucana.
"Teníamos una pequeña chance, pero estábamos conscientes de que necesitábamos otros resultados para que se nos diera. Es lamentable. Estamos tristes por la gente, que nos apoyó en las buenas y en las malas", comentó después del encuentro Cristian Canio. "Estoy emocionado, sin palabras. Es duro, pero hay que seguir adelante", agregó, en diálogo con el Canal del Fútbol.
"Es una pena enorme, más para los que somos de la zona. Solo queda dar las gracias a la gente por el apoyo. Vamos a luchar por poner al club donde se merece estar. Los responsables somos los jugadores y nadie más", cerró el ex jugador de la Universidad de Chile.
El defensor John Santander, en tanto, en la misma línea aseguró que "empezamos el año bien, pero terminamos sufriendo esto". Y aseguró: "No nos explicamos qué pasó. En lo personal siento mucho dolor. Esto no tiene revancha, pero sí vendrán nuevas oportunidades".
Finalmente, también responsabilizó al plantel por tener que jugar en la Primera B durante 2019. "Nosotros somos los que entramos a la cancha. No nos salieron las cosas en muchos momentos. Hoy dimos pelea, siempre quisimos ir para adelante, para representar bien a un pueblo sufrido. Nos duele el descenso, sobre todo por nuestra gente", cerró, visiblemente afectado.