El 21 de diciembre, a las 22.00, Nicolás Lapentti (42) enfrentará a Marcelo Ríos, en el regreso de este a las exhibiciones después de cuatro años. El reencuentro de estas dos glorias del tenis sudamericano será en el Gran Arena Monticello, en San Francisco de Mostazal. Desde Ecuador, el ex número seis del mundo cuenta los detalles de este partido y repasa la actualidad del tenis. Además, se declara fanático de la gastronomía chilena. "Siempre es rico tomarse un vino, los mariscos, el pescado chileno... Me gusta mucho la palta", confiesa. Esto deriva de su larga relación con el país, que data de sus comienzos. De hecho, es un asiduo visitante de Nogales, una comuna de la Provincia de Quillota, donde su técnico, el chileno Patricio Rodríguez, tuvo por años su centro de operaciones.
¿Qué le parece jugar una exhibición ante Marcelo Ríos?
Para mí siempre ha sido un placer jugar con el Chino. Empezamos a jugar juntos en juveniles. Al Chino como profesional le fue muy bien inmediatamente. Para mí, que estaba todavía en juveniles, fue como un ejemplo e, incluso, una muestra de que era posible meterse entre los mejores del mundo. Siento que él fue el primero de una generación, que después siguió con Guga, conmigo y con los argentinos. Eso es muy valorable y jugar con el Chino en Chile es más especial aún.
¿Cómo se gesta este partido?
Me contactaron Manuel Rodríguez y Marcelo. El Chino me dijo que le encantaría volver a jugar en Chile, porque quería que lo vieran jugar sus hijos. Me preguntó si yo estaba interesado en ir y la verdad es que desde el primer momento le dije que sí. Aparte, yo había estado hace poco en Chile para la exhibición de Massú con González, en el mismo lugar, el Arena Monticello. Desde ya estoy entrenando, con eso te digo todo.
¿Le sorprendió que lo llamara el propio Ríos?
Sí, pero con el Chino siempre tuve una relación bastante buena. Yo estaba con el Pato, que es chileno, y se llevaba bien con él. Nosotros jugábamos golf juntos, por lo que también estábamos un poco fuera del entorno del tenis, y también jugamos dobles. Dentro de todo, tuvimos una relación bastante buena. Si bien el Chino no era de juntarse con otros jugadores, siempre tuvimos una relación de muchísimo respeto y eso yo lo valoro mucho.
Usted trabajó con Pato Rodríguez y Carlos Aranda. Su relación con Chile es especial.
Definitivamente, hay un vínculo muy especial, por mi trabajo con Pato Rodríguez, con Caco Aranda y mi amistad con Manuel Rodríguez y con muchísimos ex tenistas chilenos, que hasta el día de hoy son mis amigos. Pasé mucho tiempo en Chile haciendo pretemporada, semanas de entrenamiento. Tengo una muy linda relación con los chilenos. Siempre es un placer volver y cuando voy me atienden como en casa.
Ahora Chile vuelve a tener jugadores en el primer nivel del tenis. ¿Qué le genera eso?
Para el tenis chileno es muy bueno, pero también lo es para el tenis sudamericano que Garin y Jarry estén arriba. Nos faltan representantes en el circuito. Antes estaban el Chino, Massú, González, los argentinos, que eran como ocho o diez; estaba yo, Horna, Guga y algunos brasileños... Hoy nos falta eso, pero creo que con Nico y con Garin eso va sumando y ojalá sigan en ese ascenso.
¿Qué piensa del juego de Nicolás Jarry?
No le he visto muchos partidos, pero es un jugador que basa su juego en su saque y su potencia. Ha tenido un gran año y pienso que tiene muchísimo margen para mejorar. En el momento que se ponga mejor físicamente, que su tenis de fondo sea más estable y tenga más confianza en sus golpes, eso le va a ayudar a crecer. Y si su cabeza se lo permite, pienso que él no tiene límites en lo que va a llegar a lograr.
Usted fue presidente de la federación de tenis de su país. ¿Quedó decepcionado después de esa experiencia?
No sé si decepcionado sea la palabra, pero fue positivo en el sentido de entender sobre cómo funciona la dirigencia y la política en el deporte. Sin embargo, es complicado manejar una federación cuando no tienes los recursos necesarios y, en vez de concentrarte en el desarrollo de nuevos proyectos en el tenis, te concentras más en resolver problemas. Fue una experiencia agridulce. Uno toma decisiones y no todo el mundo está contento y eres criticado. Es un tiempo y un esfuerzo que uno lo hace por el amor al deporte. La experiencia no fue del todo positiva.
¿A qué actividad se dedica actualmente?
Estoy dedicado a dos cosas: una es una productora de televisión, donde transmitimos eventos deportivos, especialmente fútbol. También desarrollamos otro tipo de contenidos. Y, por otro lado, tenemos un desarrollo inmobiliario con mi familia, que se llama Bahía Muyuyo, que es un proyecto muy bonito que está a una hora y media de Guayaquil.
¿Qué le parece el nuevo formato de la Copa Davis?
Yo no estoy de acuerdo, porque pienso que la esencia de la Copa Davis que hemos vivido todos nosotros es que un país juegue de local y eso es parte de lo lindo. De momento, las zonas se mantendrán en el formato de antes, pero nuestros países viven de jugar de local, de tener la oportunidad de enfrentarse con grandes tenistas y que los chicos los vean en vivo. Por poner de ejemplo, Italia no tendrá una oportunidad de ver a sus jugadores de local quizás en cuantos años. Entiendo que los premios económicos son bien atractivos y eso hará que los jugadores igual terminen jugando, pero pienso que no se podrá dar una opinión hasta ver realmente qué pasa y analizar después de unos años si el formato es correcto o no.
¿Le llama la atención que un futbolista como Piqué esté detrás de estos cambios a la Copa Davis?
Definitivamente sí, pero él ha demostrado que es un empresario, tiene un respaldo importante. Y ya que está aceptado, no queda otra que desearle éxito, porque queremos que las cosas en el tenis sigan evolucionando y mejorando.