El legendario Pelé cumple 80 años. El exfutbolista brasileño, quien actualmente vive en su mansión costera ubicada en Guarujá, realizó una de las carreras más sorprendentes del deporte mundial. Con tan solo 17 años se coronó campeón del Mundo en la cita de Suecia 1958, ocho años después del desastre conocido como el ‘Maracanazo’, donde Uruguay le arrebató la Copa a Brasil en el mítico estadio de Río de Janeiro, derrota que hirió el orgullo de los fanáticos del gigante sudamericano. Con su Selección fue tricampeón del mundo (1958, 1962 y 1970), siendo el único en la historia que puede vanagloriarse de este logro. Marcó 12 veces en 14 partidos en cuatro citas planetarias, con tantos y jugadas que quedaron grabadas en la memoria de los hinchas. Es el futbolista más importante en la historia del Santos, donde logró once títulos en Primera División, Copa Libertadores, Copa Intercontinental y Supercopa Intercontinental. En 1962 fue distinguido como Tesoro Nacional por el gobierno brasileño, con el objetivo de que no fiche en un club europeo.

Pelé en la cancha tenía de todo: velocidad, agilidad, regates, cabezazo, pierna fuerte y lo más importante; goles, muchos goles, tantos que hasta hoy no hay consenso sobre la cifra exacta. Fuera del campo también es una celebridad. Incursionó en el cine, actuando en diez películas. En 1977 fue nombrado Ciudadano del Mundo por la ONU, donde ha ocupado cargos en diferentes áreas sociales durante décadas.

Aquí, un repaso por algunas de sus jugadas más recordadas.

¿El mejor gol en una final de la Copa del Mundo?

1958 fue el año que marcó un antes y un después en la cultura brasileña. En abril se publicó Chega de saudade (Basta de nostalgia), el primer bossa-nova, una delicada música que fusiona samba y jazz y que repercutió con fuerza en Estados Unidos, Europa y Japón. Dos meses después, el gigante brasileño mostró otra de sus joyas al mundo; Pelé. La joven promesa de 17 años se encontraba entre los titulares para la final contra Suecia, el anfitrión. En aquella definición, O Rei no dejó dudas de su calidad; hizo dos goles en la victoria por 2-5 ante los europeos. El primero, una obra de arte; a los 55′ se quitó a un defensor con un globito y luego mandó el balón a la malla sueca, un tanto que califica dentro de los mejores que se han anotado en estas instancias. La goleada la cerró él mismo, con un cabezazo en los 90′. Tras el pitazo final, se vio al joven llorando de felicidad por el primer título brasileño, luego fue levantado por sus compañeros, quienes ya lo consideraban un gigante.


Una aplastante victoria sobre el Benfica de Eusebio

En 1962, el Santos enfrentó al Benfica en la final intercontinental. Por un lado Pelé, la estrella del equipo blanco, por otro, Eusebio, el jugador del momento en Europa. Los dos encuentros los ganó el elenco sudamericano. 3-2 en la ida y 2-5 en la vuelta, jugada en Portugal, con un total de cinco goles anotados por Pelé. El mejor de todos en la final de vuelta. El atacante recibió el balón e inmediatamente amagó para dejar en el piso a un defensor. Luego eludió a dos más para terminar con un potente zurdazo cruzado.


El no gol más recordado de la historia

La semifinal entre Brasil y Uruguay en la Copa del Mundo de México 1970 terminó con un triunfo de 3-1 de la verdeamarela. Pero una jugada de Pelé opacó el recuerdo de los cuatro tantos anotados en el estadio Jalisco. El atacante eludió al arquero charrúa sin tocar el balón, sorprendiendo a todos los espectadores con una nueva jugada. O Rei remató ante un arco vacío, sin el mejor de los ángulos, y el balón rozó el palo. Una jugada espectacular que no necesitó terminar en festejos para ser parte de cualquier recopilatorio de momentos únicos del fútbol.

El astro brilló en 1970 con una espectacular selección brasileña, considerada como la mejor de todos los tiempos. En el primer partido ante Checoslovaquia, Pelé vio al arquero rival adelantado e intentó sorprenderlo desde 65 metros. El balón pasó muy cerca del arco.


La atajada que encumbró a Banks

En el duelo ante Inglaterra, Jairzinho colocó un certero centro en la cabeza de Pelé, quien remató perfectamente. Era un gol lógico, pero la tapada del arquero Gordon Banks dejó en silencio a los sudamericanos. El portero inglés tuvo un inexplicable reflejo para detener el balón en la línea. “Incluso cuando lo veo ahora no puedo creerlo”, dijo Pelé en 2019 tras la muerte del legendario guardameta europeo.


Una coronación magistral frente a Italia

La final de México 1970 fue coherente con el desarrollo del torneo. La máquina brasileña llegó a su cenit y se impuso por 4-1 frente a la poderosa Italia. El marcador lo abrió Pelé, con un extraordinario cabezazo luego de superar los 191 centímetros de Facchetti con un salto fenomenal. La goleada la cerró Carlos Alberto, a quien Pelé asistió sin mirar, una jugada de memoria que culminó con un certero remate cruzado.

El cierre de la goleada: