"Las apuestas serán el cáncer del fútbol"

El 4 de julio, Francisco Rubio Sánchez decidió poner fin a la época más agitada de su vida. Puede que su nombre no sea reconocido en Chile, pero este abogado fue desde 2013 hasta esa fecha el presidente del Comité de Competición de La Liga, algo así como la Corte Suprema del fútbol español.

Un seminario de derecho deportivo, organizado por la UST junto al observatorio del fútbol CIES, trajo a Santiago al destacado jurista para hablar de lo que más le apasiona. Desde 2011 fue el Juez Único de Competición de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol), por lo que todos los astros que juegan allí conocieron su implacable rigor, muchas veces polémico. El Barcelona, por ejemplo, varias veces pidió su dimisión.

Su predecesor, Alfredo Flórez, duró hasta los 85 años en el cargo. ¿Se niega a hacer lo mismo?

Lo que ocurrió es que esta era solo una etapa. Soy profesor universitario y vivo a más de 400 kilómetros de Madrid. Hubo un cambio de presidencia y aproveché de descolgarme. Fue algo logístico. Han quedado mis compañeros, que lo han hecho brillante. Además, asumió una nueva presidenta, Carmen Pérez, la primera mujer en el cargo.

¿Recibió mucha presión estos años?

Nunca, de ningún tipo. Sancioné al Real Madrid en el caso Denis Cheryshev (N. de R.: eliminación merengue en la Copa del Rey en 2015); sancioné a Cristiano Ronaldo también. Imagino que mucha gente quiso presionarme, pero en alguna parte alguien se parapetó para que no ocurriera. Me pude haber equivocado alguna vez, seguro, pero jamás recibí presión y por eso es que me fui muy tranquilo de la presidencia.

Se le criticó mucho por sus polémicos castigos...

Hubo muchos. A jugadores les levanté castigos por simular, pero los castigué por insultar al árbitro. ¡Es que eso está prohibido! Me pasó con (Cristiano) Ronaldo, que lo castigué por hacer este gesto (N. de R.: palmadas en el mentón) en un partido y fue muy polémico. Quizás sí he sido duro, pero nunca he mirado a otro lado. Este trabajo era chulo, apasionante, pero muchas veces muy aburrido. Era algo muy rutinario.

¿Es antibarcelona?

Te resumo la historia. El año pasado, para el 1-O (N. de R.: el referéndum independentista en Catalunya), había una presión política enorme en Barcelona. Conozco a los directivos que me querían matar en ese momento y me llevo bien con ellos... ¡Vaya paradoja! El Barça, como insignia mundial de Barcelona, no quería jugar. Y tanto la Federación como yo decidimos que si el equipo no jugaba, perdía los tres puntos, como ocurriría a cualquiera. Al final decidí que se jugaba a puertas cerradas.

Sus tuits lo condenaron.

Sí. Fue una cadena de tuits en los que comenté cómo un grupo de antisistemas no dejan entrar a la policía al colegio electoral. Eran tuits de broma, resumiendo lo que pensamos el noventa y cinco por ciento de los españoles. Sé cómo ocurrió todo. Sé que un periodista, del que conozco su nombre, mostró los tuits en la zona de vestuarios, manipulando eso como si estuviera en contra de Barcelona, lo que no es así.

¿Está a favor de la implementación del VAR?

Absolutamente. Es necesario para recuperar el fútbol.

Muchos temen lo contrario...

El deporte debe avanzar de acuerdo a las tecnologías, es algo normal. El básquetbol, el rugby y muchos otros deportes recurren a estas ayudas para conseguir que el juego sea lo más apegado a las reglas. Esto es algo que ayudará mucho al juego y hará perder mucho menos tiempo.

¿Por qué está tan enfocado contra de las apuestas en el fútbol?

España está bien en el control de ese tema, pero se han detectado casos que se realizan microapuestas en ligas menores, donde está muy poco revisado el tema. Y no se realizan en España, sino desde Asia, Rusia u otros lados. Se vio cómo se apuesta a cierta cantidad de córners, de penales. Las mafias están hasta en las ligas femeninas, es muy difícil de controlar.

¿Ocurre esto en La Liga?

Era muy raro, porque está muy cubierta. Si aparecía algo raro, a mí me lo avisaban. En España ocurre más en partidos intrascendentes. Sé que voy a contracorriente, pero yo prohibiría las apuestas, salvo la clásica quiniela. El problema es que dan mucho dinero a los clubes y al Estado, en forma de impuestos. Espero no equivocarme, pero serán el cáncer del fútbol.

¿Y no lo son ahora?

Es verdad. Ha habido amenazas de muerte a jugadores, a árbitros. Las mafias no piden un resultado, sino que haya cierta cantidad de fueras de juego, de tiros de esquina… Pasan desapercibidas. Esta gente juega perfectamente para que ninguna alarma informática salte.

Juan de Dios Crespo, su colega, asesora a la lanzadora Natalia Duco en su juicio por dopaje. ¿Buen fichaje?

Él lleva casos muy importantes en el mundo. Es un abogado muy hábil, con mucha experiencia, que sabe agarrar la debilidad formal que tenga el caso, más que el fondo; cómo se trabaja la muestra, cómo se administró… Él se fija más en esos detalles que en el hecho en sí.