Las atroces torturas y denuncia de abusos que horrorizan a la gimnasia en Grecia
Niños que comían pasta de dientes desde la basura, palizas, humillaciones y vejámenes sexuales conforman el suplicio al que eran sometidos. 22 de ellos, ya retirados, recurren a las más altas autoridades del país helénico para que se adopten medidas.
La carta que 22 ex gimnastas elevaron a las máximas autoridades de Grecia, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, y la jefa del Estado, Katerina Sakellaropulu, es una verdadera petición de auxilio. En la misiva, los deportistas relatan la serie de abusos de toda índole a los que fueron sometidos. Violencia física, sicológica y sexual que recibieron durante los años en que compitieron por el país helénico, por parte de miembros de la federación.
En el documento, revelado por el periódico Efimerida ton Syntakton (Efsyn), los denunciantes ponen evidencia maltratos que incluyen palizas, humillaciones, desnutrición y ataques de índole sexual, que se produjeron cuando eran menores de edad.
Los abusos se produjeron durante la década de los ochenta. Afectaron a niños que tenían desde cinco años de edad. Además de recibir maltrato, los deportistas pasaban hambre. El objetivo de los denunciantes es poner proteger a los niños que actualmente practican este deporte y que se sancione a los responsables. Los denunciantes se ponen a disposición de las autoridades para la entrega de antecedentes.
Descripción escalofriante
Los pormenores son escalofriantes. Los deportistas, quienes eran sometidos a una estricta dieta, relatan que terminaban hurgando en la basura de los hoteles que ocupaban cuando viajaban a competir y que varias veces comieron pasta de dientes para saciar el hambre.
La tortura era, también física. Los gimnastas exponen que muchas veces fueron golpeados por sus entrenadores, quienes incluso obligaban a sus compañeros a participar de los castigos.
La denuncia también incluye los ataques sexuales. Las niñas eran obligadas a hacer spagat (ejercicio que consiste en la apertura de las piernas alineadas sobre el suelo) poniendo la vagina sobre la palma del entrenador, con la finalidad aparente de ejercitar flexibilidad. Los vejámenes incluían tirones en el área genital de las menores.
Los abusos se extendían, también, a espacios ajenos a los entrenamientos. Las víctimas eran obligadas a guardar silencio.
La carta de los deportistas generó inmediata reacción en la justicia. Según consigna Efsyn, el juzgado de primera instancia de Atenas inició una investigación para determinar si se han cometido actos delictivos como abusos sexuales y lesiones corporales. Las indagatorias están a cargo del fiscal Apostolos Andreou.
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