Las camisetas que marcaron la historia de la selección chilena

Este viernes se presentó un nuevo modelo de camiseta que acompañará a La Roja en el camino al Mundial de Qatar 2022. La noticia produjo muchas opiniones en redes sociales, y buena parte de ellas fueron negativas. La polera de la Selección es, seguramente, el máximo símbolo del fútbol chileno. Los goles de Caszely, las celebraciones de la dupla Za-Sa o las hazañas de la Generación Dorada. Todas con la mítica polera de Chile en común, pero en distintas épocas y, por consiguiente, con diferentes diseños dependiendo de la moda de ese entonces. Aprovechando el debate sobre la nueva indumentaria del conjunto nacional, un repaso por los modelos más importantes en su historia.

La camiseta de la Selección no siempre fue roja. De 1910 a 1946 el elenco nacional fue variando en distintos colores y diseños. En su primer partido (el 27 de mayo de 1910) el equipo chileno jugó con una polera bicolor, con rojo y blanco en dos bloques verticales en la indumentaria.

Posteriormente probó las líneas y también una camiseta entera de color blanco. El seleccionado estaba todavía en búsqueda de una identidad, y tardó unas décadas en encontrarla.

Sin telas de alta tecnología ni el marketing de hoy, pero ya con el rojo definido como el color principal hace más de una década, Chile obtuvo un histórico tercer lugar en el Mundial disputado en nuestro país en 1962. Producto de esa gran campaña, la camiseta de la Selección fue vista en todo el mundo. La polera tenía cuello y no presentaba líneas ni otros elementos de color blanco.

Adidas fue una de las primera marcas en vestir a La Roja. La empresa alemana comenzó su relación con La Roja en 1979 y su diseño coincidió con un inolvidable periodo del Equipo de Todos: la Copa América de ese mismo año y las clasificatorias al Mundial de España 82. Un elegante cuello blanco y las características tres líneas de esa marca fueron los aspectos llamativos de un modelo que trascendió en el tiempo. Tanto así que en 2015, posterior a la obtención de la Copa América, Adidas volvió a vender algunas unidades de esa camiseta como forma de homenaje.

Los goles de Iván Zamorano y Marcelo Salas rumbo a la Copa del Mundo de Francia 98 se gritaban con esta indumentaria, en una época en la que el país volvía a soñar con una cita planetaria tras 12 años de ausencia. La marca Reebok comenzó a vestir a la Selección a mediados de los 90, con un diseño en el que destacaba un cuello de color azul con lineas blancas y un estampado con el logo de esa empresa, también de color blanco, sobre la camiseta roja. Además, el Mundial se jugó también con este diseño, lo que lo hizo todavía más inolvidable.

La antigua dirigencia de la ANFP extendió el contrato con la marca Brooks hasta 2014, días antes de que Harold Mayne-Nicholls asumiera la presidencia del ente rector del fútbol nacional. Por lo mismo, en 2007 Mayne-Nicholls y su directiva estaban en una dura disputa con la marca estadounidense, tanto que en abril de ese año la Selección jugó unos amistosos ante Brasil y Costa Rica con una camiseta sin auspiciador deportivo. A pesar del conflicto, la marca continuó vistiendo a La Roja y, sorpresivamente, terminó incluida en uno de los procesos más exitosos en la historia del balompié nacional: la era de Marcelo Bielsa. Los históricos triunfos ante Argentina en Santiago, contra Perú en Lima o ante Paraguay en Asunción se festejaron con un diseño que tenía un intenso rojo y finas líneas blancas y azules a los costados.

Ya con Brooks fuera de la Selección, Puma tomó el control de la indumentaria. Su tercer diseño coincidió con el apogeo de la Generación Dorada. Se hizo en 2014 y retornó el cuello azul a la indumentaria oficial, además de delgadas líneas blancas a los costados de la polera. El modelo fue elaborado para la participación de La Roja en el Mundial de Brasil de ese año, pero también se utilizó para la histórica Copa América efectuada en territorio nacional al año siguiente, instancia en la que Chile levantó por primera vez un título oficial. Pasó de inmediato a ser objeto de colección. Además, la marca alemana confeccionó un modelo especial en homenaje al logro chileno con las palabras “finalista” tachada y “campeones” subrayada.

En 2015 y tras la obtención de la mencionada Copa América, Nike se hizo cargo de la vestimenta de la selección nacional. Una de las grandes novedades fue que en buena parte de los partidos oficiales cambiaron el tradicional short de color azul por uno de color rojo. Con esa indumentaria Chile le ganó la segunda final a la Argentina de Messi en la Copa América Centenario y fue subcampeón de la Copa Confederaciones, sin embargo, también vivió la amargura de quedar afuera del Mundial de Rusia tras caer por 3-0 ante Brasil en el último compromiso de las clasificatorias. La camiseta destacaba por tener unas sobrias líneas de color azul en los costados y otra en el cuello.

Las críticas comenzaron desde el momento en que la marca Nike liberó las fotografías de los seleccionados con la nueva indumentaria de La Roja, el viernes en la mañana. “Basamos el diseño del nuevo kit en una parte importante del patrimonio nacional, como lo son sus pueblos originarios”, declararon desde la marca estadounidense. Uno de los aspectos más resistidos fueron las mangas blancas, que rompe con la tradicional polera completa de color rojo (salvo en los inicios de la Selección). “Horrible. El marketing gana. No sé, pensé que tenían diseñadores más cuerdos. Cómo se va perdiendo la esencia”, reclamó el exseleccionado Leonardo Véliz ese mismo día. A pesar de los cuestionamientos y de la interacción que generó en redes sociales, es definitivo que esta nueva vestimenta acompañará a La Roja en el camino a Qatar 2022. El tiempo definirá si quedará como un modelo inolvidable o simplemente será uno más.