Además de haber llegado a la final de la última Copa Sudamericana, Reinaldo Rueda tiene un importante currículum en selecciones, que es lo que hizo a la ANFP decantarse por él. Su primer acierto fue en Honduras, equipo que llevó a su segundo mundial: Sudáfrica 2010.
En las eliminatorias, partió jugando la fase previa a los grupos de la Concacaf, frente a Puerto Rico. Dicha instancia la pasó sin problemas al ganar 4-0 de local y empatar a 2 como visitante. En la siguiente etapa empezó a sorprender de verdad. Compartiendo grupo con México, además de Jamaica y Canadá, clasificó al hexagonal final como primero de su zona con doce unidades.
En la última instancia, la diferencia de goles jugó a favor de Rueda. Por seis anotaciones superó a Costa Rica en el tercer lugar y clasificó directo al mundial africano. En la cita planetaria, curiosamente, compartió grupo con Chile. Los centroamericanos abrieron su participación justamente contra La Roja cayendo por 1-0. Después vino otra derrota, ante España (2-0). Cerraron su participación empatando sin goles ante Suiza, resultado que ayudó a la Selección a clasificar a octavos de final, pues si ganaban los helvéticos anotando más de un gol, el equipo de Bielsa quedaba afuera.
Cuatro años más tarde, Reinaldo Rueda volvió a estar en un Mundial, pero esta vez con Ecuador. La Tri selló el pase a su tercer Copa del Mundo cayendo ante Chile (2-1) en el Nacional, otro encuentro de Rueda con la Selección. Como cuando estaba en Honduras, la diferencia de goles lo ayudó, pues quedó cinco goles por encima de Uruguay en el cuarto puesto.
Su suerte, sin embargo, fue la misma que en su experiencia africana: de vuelta tras la fase de grupos. Empataron sin goles con Francia, luego derrotaron a Honduras (2-1) y cerraron su participación perdiendo 2-1 con Suiza, encuentro que necesitaban ganar sí o sí para estar en octavos.
Ahora llega a Chile no sólo para devolver a La Roja a un Mundial, sino también buscando superar la barrera de la fase de grupos.