La versión 198 del Clásico Universitario, el partido más tradicional del fútbol chileno, fue para Universidad Católica. En un partido intenso y áspero, la batalla táctica que se dio en el Estadio Nacional fue para los cruzados, que se dieron el lujo de arrebatarle el invicto a Universidad de Chile, su archirrival y líder del Torneo Nacional. Y para hacer la jornada más inolvidable, la victoria llegó con el golazo de Fernando Zampedri, que se mete directo en la galería de las mejores anotaciones que se han visto en la historia de la confrontación.
Lo que sucedió el sábado, en Ñuñoa, es la principal alegría de la UC dentro de una temporada 2024 que comenzó convulsionada y con un sinfín de dudas, pero que ahora, con el paso del tiempo y con otro entrenador, muestra un rostro más amable. De la desazón por un equipo que no se hallaba en la cancha con Nicolás Núñez (con la eliminación de la Copa Sudamericana como el clímax de la crisis), a la ilusión de reinsertarse en la pelea por la vanguardia, de la mano de Tiago Nunes.
Son diversos los factores que explican la levantada del equipo, que va más allá netamente por los resultados obtenidos. También hay aspectos futbolísticos y actitudinales que le permiten a la UC entrar en la disputa por la corona, justo antes del receso de mitad de año.
El trabajo táctico de la semana fue clave, proyectando el duelo del sábado. “Nos preparamos para una final”, declaró Nunes post partido. A muchos les causó incredulidad la presencia de Cristián Cuevas por la derecha. Esta movida le resultó al DT, quien aspiraba a anular a los azules a través de la amplitud en la cancha. El sacrificio del Cimbi fue uno de los puntos altos de la jornada. Si una fortaleza de los laicos era el ataque por las bandas, aquello no se dio en el Nacional. La línea de cinco (Cuevas-Ampuero-González-Kagelmacher-Mena) le dio seguridad defensiva a la UC y bloqueó los carriles. Hormazábal y Morales no fueron factores. El partido que pensó Tiago Nunes se dio.
“Sabíamos que (la U) era un equipo difícil, que juega muy bien. Teníamos que buscar soluciones, quizás cambiar un poco nuestra forma de los últimos partidos. No tenemos localía, entonces tenemos que encontrar formas de jugar donde sea, buscando el resultado, por lo que significa representar a este club”, enfatizó el ex DT de Botafogo luego del triunfo. “Tuvimos la madurez de seguir manteniendo nuestra forma... Conseguimos ser un equipo equilibrado en la cancha. Obviamente, en algunos momentos, la U impuso algo más de ritmo, pero creo que, defensivamente, hemos hecho un partido muy bueno”, complementó.
El ejemplo de Cuevas es una de las muchas variantes que ha implementado Nunes en su etapa al mando de la UC. Trabajando con un plantel que armó otro entrenador, ha debido adecuarse a las circunstancias y también a las carencias, como por ejemplo la escasez de mediocampistas. César Pinares, a quien lo dirigió en Gremio, se mueve por la derecha, mientras que ha mandado “al sacrificio” a Alexander Aravena como un volante abierto por la izquierda. En ofensiva, sacó a Gonzalo Tapia de extremo para ubicarlo más en el centro, como una segunda punta, junto a Zampedri. El famoso 4-3-3 que ha implementado Católica, como política institucional (con la excepción del 4-2-4 que intentó Ariel Holan), está guardado, hasta nuevo aviso.
Crecimiento y resultados
De la mano con los cambios tácticos, este proceso encabezado por el brasileño ha levantado rendimientos. El citado Gonzalo Tapia es un ejemplo de aquello. Siendo complemento del Toro Zampedri, el 20 de los cruzados ha ganado en influencia ofensiva. En la era Nunes, tiene tres goles y tres asistencias. Otro caso de un crecimiento es el de Pinares. La vuelta del jugador, desde Turquía, estaba dejando más dudas que certezas. Su performance era diametralmente opuesta a su etapa anterior en el club. Pero el panorama cambió. El nuevo DT le dio preponderancia al exvolante del Altay, poniéndolo por la derecha. Con matices, se parece a lo que hacía con Gustavo Quinteros en la versión 2019 de Católica (como interior, en ese caso).
Uno de los puntos altos del clásico fue Daniel González. El zaguero llegó a San Carlos de Apoquindo desde Wanderers como muchas expectativas. No se había podido consolidar en el puesto, hasta que reapareció y destacó. Según los datos de Sofascore, González registró ante la U 10 despejes, una intercepción, tres entradas, 71% de pases acertados y el 100% de duelos aéreos ganados (4 de 4). Para un central, este aspecto se hace fundamental.
Los resultados son reflejo de la levantada cruzada. Hasta antes de la llegada del brasileño, la UC ganó solo un partido en cinco fechas: el 2-0 a Palestino, la única victoria con Nicolás Núñez. Estaba más cerca del descenso que de la zona de copas. Ahora sucede todo lo contrario. Nunes ha dirigido ocho partidos con un balance de seis triunfos, un empate y una derrota. Son 19 puntos de 24 posibles: un 79,2% de rendimiento. A dos jornadas del fin de la primera rueda, los cruzados están a cuatro unidades de la U.
Otra variante a considerar dice relación con los trabajos físicos. En ese sentido, la labor del PF Edy Carlos ha sido clave para mejorar a una plantilla mermada en ese aspecto. También desde lo psicológico. Fue una muestra de carácter de la UC remontar un partido de visita ante el líder y con 45 mil personas en contra. “Tiago le dio confianza al plantel entero. Cambió la forma, los entrenamientos. Él vino con una idea e impuso lo que él quiere y nos está saliendo. Obviamente, en el día a día, sabemos que tenemos que mejorar, pero vamos por el buen camino. Está saliendo lo que trabajamos”, declaró Fernando Zampedri después del partido del sábado, en el cual Tiago Nunes ganó la batalla táctica.