Las confesiones de Bienvenido Front: “A las Abraham las veo con diploma olímpico en París”
El exitoso head coach del remo chileno, que dejó su cargo tras casi 11 años y 86 medallas, se confiesa. Cuenta sus alegrías y tristezas y cómo proyecta la disciplina para el futuro.
Bienvenido Front vive sus últimos días en Chile, después de casi 11 años y 86 medallas para el remo nacional, hoy convertido en una potencia. El head coach español prepara sus maletas y antes de partir conversa con El Deportivo sobre su histórica huella y las razones que lo llevaron a decidir su adiós.
“Como he explicado más de una vez, el tiempo es algo fundamental. Tengo conmigo siempre una regla que la corté a 86 centímetros desde hace 20 años y voy cada año cortando un centímetro. Es el pacto que tengo con el diablo, que me permite llegar hasta los 86 años bien de salud y bien de la cabeza. Yo lo voy a respetar, no sé si el diablo me va a respetar. Ahora me quedan 19 centímetros de una cosa que era así. Las personas muchas veces no valoramos el tiempo. Y el tiempo es muy importante, y más cuando uno se va haciendo cada vez mayor y ve que la cosa se va restando muy rápido. Ahora a mí me queda por hacer y devolver a mi familia lo que me han permitido hacer a mí durante muchos años. Creo que tengo esa obligación”, confiesa.
¿Imaginó que su ciclo sería así de exitoso?
No he contado las medallas. Para mí el éxito está en lo que hemos construido, porque uno solo no hace milagros. Esto lo hemos hecho los chilenos con mi ayuda. Y es así, porque es un equipo de entrenadores que todos son chilenos, los médicos chilenos, los fisiólogos chilenos, el kinesiólogo chileno, el laboratorio chileno, los lugares que entrenamos todos son en Chile... He sido un afortunado de encontrar un grupo de gente dispuesta a trabajar y colaborar conmigo. Y los éxitos son producto de del trabajo. Es tiempo, el trabajo, tiempo y inversión. Si no hubiesen ayudado las instituciones tampoco se hubiese conseguido esto. Y el número de medallas, no sé... Si me dicen que son 70, también me lo creeré.
Debe haber sido muy duro tomar la decisión...
Sí, la verdad que después de los Juegos Panamericanos de Lima, que fueron muy buenos, hubo un momento amargo que fue la no clasificación del 200 de las hermanas Abraham por una milésima. Era una foto finish tremenda, muy dura, que estuvo 1.300 días en mi cabeza. No había día o noche que yo no pensase en esa imagen. Hasta el día 7 de septiembre de este año que clasificamos para la final del Mundial y automáticamente para los Juegos Olímpicos. Yo no acostumbro estar más de ocho años en los lugares porque mi filosofía es que yo canso y me cansan. Y creo que es el tiempo justo dos ciclos para dar por terminado un trabajo. Pero en el caso de Chile no se dio. En un momento tenía que suceder. Me ofrecieron todas las alternativas para continuar, pero el remo es más importante que las personas y tiene que seguir haciéndose todo en Chile, como en estos 11 años.
¿Hubo algún motivo de salud u otra situación compleja que incidiera en la decisión?
Esto es algo que yo he decidido, no lo ha decidido mi familia. No hay ningún motivo de salud. Es una decisión que yo hablé con mi familia en enero, justo hace un año, y cuando llegué aquí en enero ya le dije a Cristian (Gómez) y a la gente más cercana de mí que, al final de año, sin pausa pero sin prisa, dejaría el cargo, porque quería dedicarme al tiempo que me queda a dedicarlo a mi familia. No es que me vaya a morir la semana que viene, pero sí que tengo tres nietos, una nieta de nueve años, un nieto de cuatro años y medio, recién nació una nieta, que tiene dos meses, no la conozco, Y chuta, no me conocen. Mi familia simplemente me manifestó que quería que volviese en algún momento y que no fuera cuando sea un viejo roñoso que no sirve para nada.
¿Cuál fue para usted el momento más feliz en estos 11 años?
Todos dirían la clasificación olímpica por primera vez en la historia en un Mundial y todo, pero sinceramente, donde uno ve reflejado todo el tiempo, todo el trabajo y todo lo que hemos dedicado, fue el fin de semana pasado, cuando hubo 446 niños remando en el Campeonato Nacional. En el año 2015, eran 76 niños de 9 a 14 años. Yo creo que el sábado fue un día muy bonito, muy especial para mí. Evidentemente que las medallas y los éxitos te llenan y cubren muchos titulares. Pero personalmente creo que el fin de semana fue muy bonito. Los propios deportistas del equipo nacional adulto propusieron a la federación que este campeonato de las series bajas llevase mi nombre. La copa llevaba mi nombre... Como entrenador, como persona, lo que más feliz me hace es haber ayudado a crear un campeonato con este número de participantes y asegurar que el remo chileno está por encima de las personas. Y, como digo yo, a rey muerto, rey puesto.
¿Ve a las hermanas Abraham ganando una medalla olímpica?
Ellas han demostrado con creces trabajar para conseguir objetivos. Hace seis años, era impensable que un bote de damas de Chile estuviese en una final de una modalidad olímpica en un campeonato mundial. Ni lo mejor de la historia del remo podía pensar eso. Y eso se cumplió. Y han estado cuatro o cinco años en la élite, compitiendo de tú a tú. Ahora es cuestión de seguir creyendo, de seguir trabajando los sueños. No en soñar, sino trabajar para que esto suceda. Y todo es posible. Yo no digo que no, porque la palabra imposible nunca ha estado en nuestro vocabulario. Es cuestión de intentarlo, y como les digo a los chicos, van a perder más veces que ganar. Es decir, vamos a fracasar más veces que ganar.
¿Y cómo las ve para París?
Djokovic tiene 25 títulos de Grand Slam y no ha conseguido nunca una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Los Juegos Olímpicos son especiales. En París a ellas las veo con diploma olímpico y en el 28, si siguen trabajando con la misma ilusión, pueden dar el gran salto, porque es el momento de mejor madurez y ahora mismo respecto al año pasado ya tienen esa madurez, esa seguridad de haber estado compitiendo en una final del campeonato del mundo. Ya se les nota. Entonces, es cuestión de seguir trabajando y de tener paciencia y se dará la oportunidad y cuando se dé se tiene que saber aprovechar.
Entiendo que su sucesor será español. ¿Cómo ha participado en esa elección?
Hay tres o cuatro candidatos, entre ellos el español. Yo solo di mi opinión al respecto sobre quién podía seguir esto que hemos creado durante estos 11 años. Entonces, no va a haber gran cambio. Creo que es una persona que, sinceramente, tiene los conocimientos, la formación y la experiencia como para que todo esto continúe. Si es él, porque de momento todavía se están negociando un montón de cuestiones personales, de situaciones que tienen que negociarse, pero la cosa va muy bien. Estuvimos hablando con él, lo vemos con ilusión y con ganas de venir. Hay que atar algunas cosas más. Es una persona de la línea nuestra, de la línea del remo chileno actual.
Por otra parte, se lleva adelante el Programa 2030. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Llevamos ya cuatro años trabajando con los nacidos primero en el 2005-2006 y actualmente en el 2007-2008. Nada más terminar el Campeonato Nacional de las Series Altas en Concepción, nos fuimos una semana a Valdivia con 16 chicas, para un concentrado que tuvimos una semana allí, para hacer una serie de pruebas e ir trabajando. Creo que en este sentido ahora mismo hay gente con mejores valores que los que tenían Melita o Antonia a su edad. Se ha trabajado bien en este sentido para garantizar la continuidad. El equipo nacional ahora hay gente de todos los lugares: Puerto Montt, Valdivia, Concepción, Valparaíso. Es un poco el fruto del trabajo que están haciendo los clubes y que nosotros lo recogemos. Yo me voy muy satisfecho con lo que he comentado antes; con ver un nacional de estas características, con ver la infraestructura que tenemos en Valdivia, lo que estamos creando en Concepción, el centro nacional aquí en Curauma... Ver gente atrás con ilusión de formar parte del equipo nacional y con condiciones. Es decir, me voy sinceramente muy contento de la tarea y con los deberes bien hechos. Estoy muy contento.
A los 67 años, ¿qué sueño le queda por cumplir?
Siempre hay sueños que cumplir. Yo no espero que se apague nunca eso en mi cabeza, porque no me gustaría. Me gustaría siempre tener ilusión en hacer cosas, en ayudar, pero creo que ahora es el momento de ser más mentor, de ayudar a jóvenes a conseguir objetivos, a explicar esta linda experiencia que ha sido Chile, donde hemos creado algo muy bonito en 11 años. Me gustaría explicar cómo un deportista llega a ser campeón del mundo y está dedicado a unos Juegos Olímpicos. Las Abraham, por ejemplo, dormían en el living de una casa aquí en Curauma, cuando no teníamos el centro, porque tenían la ilusión de ir a un Campeonato del Mundo. Me gustaría explicarle a la gente que cada vez la juventud está perdiendo valores que son fundamentales. Para mí la educación es algo clave en todo. En nuestro deporte, sobre todo, es muy importante. Y evidentemente me gustaría que un remero chileno llegue a una final olímpica y consiga una medalla, porque un 1% o quizás menos lo sentiré como una cosa mía.
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