Kristel Köbrich (Santiago, 9 de agosto de 1985) sumó esta semana una nueva distinción a su increíble carrera como deportista: al igual que en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, será la responsable de llevar la bandera en la inauguración de Santiago 2023, esta vez junto al voleibolista Esteban Grimalt.
¿Cómo recibió la decisión del Comité Olímpico de nombrarla como abanderada?
Muy contenta. Es un privilegio que haya sido tenida en cuenta; que me quieran dejar vivir de nuevo una experiencia así, como fue la del 2004. De verdad que muy agradecida, somos muchos los que amamos lo que hacemos y realmente es un honor. Era un súper secreto que teníamos que guardar.
¿Cuánto tiempo tuvo que guardarlo?
Como tres semanas.
¿Le sorprendió ser elegida nuevamente?
No sé si sorpresa, pero sí como ¡guau! Lo que comparto es que yo feliz de que todos pasemos por vivir esta experiencia, que es única y que es muy linda. Son otras circunstancias, en otro momento, con otra historia. Todo hace que sea único; que podamos vivirlo acá con Esteban y seamos una pareja, un team, porque en su momento era solo uno.
Cuando ponga esta experiencia en la balanza con la de los Juegos Olímpicos, ¿ha pensado con cuál se va a quedar?
No sé qué va a ser. No quiero adelantarme ni fijar ningún tipo de expectativas. Yo quiero disfrutarlo, sentirlo y vivirlo, porque todo lo que nos va a pasar en estos Juegos Panamericanos en casa será único porque no hemos hecho nunca algo así acá. Todo será nuevo, todo lo que nos pasará va a ser quizás hasta inexplicable.
¿Cuánta importancia le asigna a llevar la bandera o colgarse una medalla?
Todo es importante, porque lo de la bandera no es por lo que vayamos a hacer, es por lo que somos y hemos hecho. Y seguimos haciendo historia, seguimos representando a Chile; seguimos tratando de romper paradigmas, de tener una cultura más deportiva en Chile, de masificar, de entusiasmar, de apostar... Eso es lo que hacemos y siempre tratamos de que lo que nosotros hacemos impacte hacia los otros. Y yo creo que eso es lo más importante de estos Panamericanos. Con o sin medalla, yo admiro y respeto muchísimo a Esteban, a todo el Team Chile, porque no hay nadie, y eso no lo cuestiono, que no deje el cien por ciento. Porque todos sabemos que trabajamos y muy duro para poder estar acá y seguimos con un objetivo muy claro. Eso no se discute. No pongo en la balanza si es más o menos con medalla. A veces las cosas no salen bien, pero igual hay un trabajo serio atrás. Entonces, basarse solamente con o sin medallas, lo veo hasta injusto, porque toda una historia y una trayectoria no se basa en esas cosas.
¿Al inicio de su carrera imaginó que iba a ser tan exitosa y que estaría compitiendo aún?
No, nada.
¿Hasta cuándo se proyectaba?
Es que no me proyectaba. Nunca pensé que iba a poder ir a unos Juegos Olímpicos. De pronto, uno va creciendo y entendiendo el proceso: ¡otros Juegos y otros Juegos! Estamos en un proceso de sextos Juegos y es mucho, mucho… Por eso lo valoro, lo entiendo, lo persigo, lo agarro, lo mastico, me hago carne... Porque entiendo que es real y hay momentos en que uno quizás no dimensiona o no entiende dónde está. Y a veces las realidades te llevan a entender y darte cuenta de que estoy hace más de 20 años en el alto nivel y que ha sido mucho aprendizaje, muchos errores, muchos fracasos, muchos éxitos, muchas alegrías, muchas pérdidas... Pero es un crecimiento a la par en el deporte y como ser humano.
¿Cuál fue el fracaso que más le dolió o el que le dejó más enseñanzas?
No. Sería muy injusta porque hasta quizás una medalla podría ser un fracaso, porque en natación mandan los tiempos. Yo puedo trabajar para un tiempo y salir primera y eso quizás no me llene. O viceversa: salir última y es un excelente tiempo y podría estar igual de contenta. Entonces, yo en eso soy muy tranquila y coherente.
¿Le molesta que le pregunten por el retiro?
Es que hace como 15 años que me vienen preguntando, así que imagínate (suelta una carcajada). Nooo, lo veo normal, porque entiendo que lo mío no es común.
¿Y tampoco piensa en eso?
Tampoco pienso en eso. Y cuando llegue a pensar eso más de la cuenta, yo creo que me voy a dar cuenta, valga la redundancia, de que estoy pensando en otra cosa y no en lo que estoy haciendo ahora.
Después de 20 años en el alto rendimiento, a veces debe costar encontrar la motivación.
A veces no hay, a veces uno se pierde. A veces uno se cansa, a veces uno se cuestiona, a veces uno no ve las cosas claras... Pero para eso está el equipo, el entorno. Para eso está la calma, para eso está el crecimiento, el aprendizaje, el realmente valorar y dimensionar lo que uno está viviendo. Es solo una vez esto.
¿Por qué todavía no emerge una figura que siga con su legado?
Yo no soy quién para cuestionar si está bien o está mal. Hoy esa es la realidad. Yo espero que algo pueda transmitirle o llegar a la gente que le gusta la natación. Si es por mí o no es por mí... O sea, yo hago lo que a mí me gusta. Me apasiona competir por Chile, me encanta, y si eso genera algo en alguien, bienvenido sea. Tenemos mucho trabajo por hacer. Siempre hay que hacer algo, siempre tenemos que motivar. Yo creo en el cambio y creo que la cultura deportiva la podemos hacer entre todos nosotros que somos el Team Chile para poder generar algo en esa persona que quizás no encontró el clic justo en el momento justo, y los Panamericanos pueden ser un buen paso.
¿Se imagina como entrenadora?
Como entrenadora, no. Eso no. Creo que me costaría mucho poder acompañar o guiar a alguien, entendiendo todo lo que hay que hacer. Me gustaría disfrutarlo desde otro lado o acompañar desde otro lado.
¿Dónde se ve?
No sé. Yo descarto lo que no.
¿Y como presidenta de la federación?
No sé, pero son varias cosas que por ahí te pueden tentar en el momento, pero hoy estoy súper en el agua. He intentado hacer algo bueno afuera del agua; de poder hacer otras cosas, pero de verdad me quita mucho tiempo esto y me saca de foco. Entonces, trato realmente de estar solo en lo deportivo.
¿Cómo es su rutina?
Me levanto a las 4 de la mañana. A las 4.45 estoy en el agua, entreno hasta las 7.15-7.30. Luego, tomo desayuno, descanso un rato. A las 11.15 tengo preparación física hasta la 1.30, almuerzo, y ya a las 4.30 de nuevo en el agua hasta las 7.30. Algunos días hay trabajo mental, recuperación… Trato de no acostarme más allá de las 10.30.
Es un gran sacrificio, sin dudas.
Sí, pero yo lo entiendo. No es que sea fácil, porque yo entiendo que el alto rendimiento no es para todos. Es una elección y en esa elección hay que ser muy honesto con uno mismo, porque aparte de ser yo el primordial foco de lo que estamos buscando, hay un equipo también en mi entorno. Entonces, yo como persona no quiero hacerle perder el tiempo a mi equipo y mi equipo no quiere perder el tiempo conmigo. Porque también ellos tienen otra mirada, otro tipo de trabajo y necesitan la misma honestidad con la que yo confío en ellos y ellos confían en mí, y eso es un tema comunicacional que tiene que ser fundamental.
¿Cuál es su principal sueño a estas alturas de mi carrera?
No es que haya tenido expectativas, pero todo esto ha sido un regalo para mí, que no me llegó de casualidad; sino de causalidad, porque es de trabajo. Y eso yo lo entiendo, lo vivo así y lo veo así. Entonces, para mí hay cosas que son como ¡guau! desde cualquier punto de vista. De verdad lo digo. Con mucha humildad te digo que, si a mí me llega a pasar algo físico o mental, yo igual tengo que estar tranquila y voy a trabajar para estar tranquila, porque he logrado mucho más que lo que cualquier persona ni siquiera anhelaba, ni soñaba, ni pretendía, ni buscaba ni me ponía loca. Esto ya es demasiado para mí y eso es súper gratificante y es muy lindo sentir eso.
Al escucharla hablar, se le nota una espiritualidad muy desarrollada.
Por supuesto, porque tiene que haber un equilibrio y siempre tiene que acompañar la mente en esas cosas.
¿Cómo lo trabaja?
Es gente que me ha ayudado, gente que trabaja conmigo y explota eso. Yo soy muy busca-busca de lo mejor para estar bien con mi entorno y mi equipo. Si no me gusta, buscamos otra cosa. No quedarse pegado. No es copiar y pegar porque en tres o cuatro años ha salido bien. No, busquemos otra cosa, revolucionemos. Yo creo en que estamos constantemente mutando y constantemente podemos cambiar de opinión. Nosotros vivimos un momento y ya después ese momento pasó. Todo eso es un aprendizaje, es vivir, es realmente comer y masticar el día a día, sabiendo obviamente que hay una responsabilidad, un objetivo; una claridad hacia donde vamos, cómo vamos. Que pueden salir las cosas mal, que pueden salir demasiado bien. Eso es parte de la vida.
¿Qué le parece el nivel de competencia en Santiago 2023 y cuál es su objetivo?
Es una buena participación y buen tiempo, que eso seguro nos va a llevar a algo que estamos buscando, que es poder hacer un buen papel acá. Eso seguro.
Volvemos un poco a lo que hablábamos al comienzo acerca de que un buen tiempo puede ser más importante que una medalla…
O sea, viene una medallista olímpica en 1.500 y eso hay que reconocerlo, hay que verlo y hay que aplaudirlo y hay que aprovecharlo también. Yo lo miro así y eso es lo que a mí me transmite. Qué bueno, porque se va a recordar en ese momento, en ese megaevento que nosotros hicimos tan lindo… Es importante para nosotros. Es un respeto hacia los que vienen y hacia los que estamos acá. Nosotros también somos algo.
¿Qué le pareció el Centro Acuático?
Muy lindo. En enero habíamos visto que estaba súper en marcha blanca, así que imagínate… Con una piscina casi completa, una que está a un 90% casi lista y la otra que se está armando, que se está ajustando, que es la de competencia, así que muy entretenido estar acá.
Cuando fue abanderada salió con vestimenta típica y de ahí todos siguieron esa tradición. ¿Ahora qué va a hacer?
No te puedo decir nada. Lo que sí te puedo decir es que queremos hacer algo lindo, algo único. Queremos hacer algo acorde con la inauguración ese día.
Una última pregunta: ¿no se siente la deportista chilena más importante del siglo?
Creo que tampoco hace falta poner o no un título. Yo sé quién soy, sé lo que he trabajado, sé con la gente que he trabajado y sé que lo mío también es historia, pero todavía quiero seguir escribiendo historia y en eso hay que seguir trabajando.