Arturo Vidal fue uno de los grandes protagonistas de Colo Colo ante River Plate. En todos los sentidos. El King estuvo presente en todos los sectores del campo de juego, fue al piso y ganó en muchas pelotas divididas. También aleonó a los compañeros y a la fanaticada que repletó el estadio Monumental. Al cierre del primer tiempo, el Cacique recibió un balde de agua fría con el gol de Pezzella, donde Wiemberg perdió la marca y el King, justo a Esteban Pavez, no pudo despejar a la pelota al quedar corto en el salto. Pero luego se reivindicó asistiendo a Carlos Palacios en el empate con un notable pase profundo.
El Rey tenía visión periférica. Buscó a sus compañeros con claridad cuando veía a uno destapado o con espacio y también era el primero en ejercer presión al árbitro Raphael Claus cuando estimaba que algún cobro era injusto. Fue el futbolista con más entradas en el partido (6) y el que más duelos ganó (10). Su eficacia en pases fue de un 83 por ciento. Tal como viene siendo la tónica, el volante creció en la Copa Libertadores. Una competición que resulta predilecta para su combativo estilo de juego y que, según él mismo ha sentenciado, es su gran objetivo de la temporada.
Tras la apertura de la cuenta para la visita, el veterano mediocampista dobló sus esfuerzos. Y también sus pasadas al ataque. Justo antes del descanso, tuvo un cabezazo por encima del arco defendido por Franco Armani. Una jugada que lo ofuscó mucho. En el segundo tiempo, cuando el cronómetro marcaba 71′, arremetió en el área y pidió penal tras un supuesto empujón que el juez brasileño desestimó. En la jugada siguiente estaba llegando a una disputa en la zona del círculo central. Así fue el partido del oriundo de San Joaquín. Incansable y, a ratos, recordando a sus mejores años con la Roja. En el duelo de volantes históricos entre Vidal y Nacho Fernández, el chileno fue mejor. Almirón decidió sustituirlo a los 78′. La salida fue con una ovación del público presente en Pedrero.
Una preparación especial
Al ex Bayern Múnich no se le notó que no jugaba desde el 20 de agosto y que no era titular desde el décimo día de ese mes. El King jugó un tiempo en el Superclásico ante la U, luego se lesionó antes del duelo de ida de los octavos de final ante Junior y solo estuvo seis minutos en la vuelta. Pese a la falta de ritmo competitivo, la preparación especial que hizo el volante pensando en este partido dio frutos.
Almirón, que no ha tenido problemas con prescindir de Vidal cuando no está al 100 por ciento físicamente, había anticipado que en las prácticas se venía mostrando entero. “Es uno de los goleadores del equipo, siempre es importante en el equipo, está bien y va a jugar, ya que entrega muchas cosas para el equipo que son importantes. Para mí es un grupo importante, a veces le toca a uno o a otro”, anticipaba el estratega.
En la antesala del encuentro, el otrora Juventus ya arengaba a los colocolinos. “Una vez más, este equipo competirá por dejar nuestra bandera y la de nuestro país en lo más alto. Una vez más, hoy seremos un solo pueblo. Vamos Chile, vamos Colo Colo”, escribió en sus redes sociales.