Las Coreas se dan la mano en los JJ.OO.
Las delegaciones del Norte y el Sur desfilaron juntas en la apertura oficial del evento en Pyeongchang. Mientras el Presidente Moon saludó a la hermana de Kim Jong Un, el vicepresidente de EE.UU. evitó el contacto.
Era la imagen que todo el mundo esperaba. En la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, ayer los deportistas norcoreanos y surcoreanos desfilaron juntos, agitando banderas que sólo mostraban el territorio de esta península sobre un fondo blanco. En su fantasía unificadora reflejaron el sueño que han tenido muchos coreanos. Desde 2007 que una delegación de ambos países no marchaba de manera conjunta.
"Los deportistas de las dos Coreas trabajarán juntos por la victoria, y ello tendrá resonancia y se recordará en los corazones de la gente de todo el mundo como una señal de paz", dijo el Presidente surcoreano Moon Jae-in durante una recepción previa a la ceremonia.
Horas después, Moon subió al podio que le cedió el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y declaró oficialmente inaugurados los Juegos.
Alrededor de 35.000 espectadores llenaron el Estadio Olímpico, construido especialmente para la ceremonia en la región nororiental de Pyeongchang, una de las más pobres y frías de Corea del Sur.
Con una temperatura de tres grados Celsius bajo cero, la ceremonia incluyó referencias a la historia y la cultura de Corea, en un fragmento que llevaba el título de "La Tierra de la Paz". También en estos actos participaron actores y deportistas norcoreanos y surcoreanos.
Esa paz que como mensaje llegó desde el mundo del deporte, inevitablemente impactó en la política, cuando el Presidente Moon estrechó la mano de los jóvenes descendientes de Kim Jon Un, que llegaron desde el otro lado de la frontera.
Kim Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, se unió ayer a los atletas y dirigentes presentes en Pyeongchang, durante la primera visita de un representante de la dinastía que gobierna Corea del Norte al gran rival del Sur desde el final de la guerra. La joven de 30 años viajó acompañando al jefe de Estado honorífico de Norcorea, Kim Yong Nam, que encabeza oficialmente la delegación diplomática de su país en los llamados "Juegos de la Paz". Esta visita, que se extenderá por tres días, forma parte de un acercamiento sin precedentes entre ambos países después de dos años de fuertes tensiones.
Al subir al palco en el estadio de Pyeongchang, Moon se acercó al lugar donde estaba la delegación norcoreana y estrechó la mano de Kim Yo Jong. El Presidente surcoreano y el norcoreano se habían saludado previamente en una recepción para los dirigentes presentes en Pyeongchang. Los representantes de los dos estados rivales, visiblemente distendidos, intercambiaron sonrisas mientras se estrechaban la mano. Tras el período del 9 al 25 de febrero, fecha de la conclusión de los Juegos Olímpicos, se verá si estos guiños a la distensión son sólidos de cara al futuro.
En cambio, otros de los asistentes al evento, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, abandonó el recinto antes del final, para evitar el encuentro con los norcoreanos, según la televisión surcoreana. Además, se excusó de la cena con las dos delegaciones de Corea.
Pence criticó "lo que el primer ministro (japonés, Shinzo) Abe llamó con razón una "ofensiva de encanto" por parte del Norte en los Juegos Olímpicos. En una entrevista con "Nightly News", de NBC News, Pence prometió que EE.UU. se protegerá de las amenazas nucleares de Corea del Norte, tomando cualquier "medida necesaria para defender" el país. "Continuaremos presionando económica y diplomáticamente, preservando todas nuestras opciones militares para asegurarnos de que eso ocurra", dijo.
Alrededor de 35.000 espectadores llenaron el Estadio Olímpico, construido especialmente para la ceremonia en la región nororiental de Pyeongchang, una de las más pobres y frías de Corea del Sur.
A Pyeongchang acuden más de 2.900 deportistas de 92 naciones. Se trata de las mayores cifras registradas en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. Siete países latinoamericanos competirán en los Juegos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México y Puerto Rico.
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