Tras el bronce en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, las Diablas se preparan para su próximo gran desafío: la Copa de Naciones. La participación de las chilenas en el evento internacional, que este año se disputa en España, será además la despedida de Sergio Cachito Vigil como head coach de la selección luego de ocho años de trabajo.
Por lo mismo la generación de jugadoras más importantes de la historia del país buscará despedir con honores al técnico argentino, quien de todas formas seguirá ligado a la Federación Chilena de Hockey Sobre Césped. Pero no solo será una instancia para honrar al trasandino, sino que también una oportunidad para clasificar a uno de los torneos más importantes del planeta, y es que la Copa de Naciones entrega un cupo a la Pro League.
Para lograr aquello, Las Diablas tendrán que ser campeonas de un certamen que incluye a otras potencias como Canadá, España e Irlanda. En el caso de las chilenas, ya se sabe que formarán parte del grupo B, donde también dirá presente Nueva Zelanda, Japón y las norteamericanas. En el Grupo A en cambio, aparecen las locales, Italia, Corea del Sur y la selección irlandesa.
El torneo comenzará para la escuadra de Vigil el tres de junio, donde se medirán ante Nueva Zelanda, después jugarán el cuatro ante Canadá y cerrarán dos días después frente a Japón. De pasar de grupo, las semifinales y finales se disputarán el ocho y nueve de junio respectivamente.
El futuro de Vigil
Después de su paso por la Copa de Naciones, Cachito Vigil se hará cargo del Plan de Masificación del Hockey en el país, un ambicioso programa que espera buscar nuevos talentos para una disciplina que está creciendo a buen ritmo y que se verá ampliamente beneficiada con las canchas del Estadio Nacional, que durante muchos años fueron un anhelo para todo el mundo de este deporte.
Su trabajo no será exclusivamente con las damas, ya que el plan contempla trabajar con entrenadores y concretar una labor formativa con 600 niños y niñas de todo el país en tres niveles: talentos, proyección y desarrollo. Para esto, viajará de Arica a Magallanes buscando nuevas figuras que puedan nutrir a selecciones nacionales en el futuro.
“Mi ciclo en junio tiene que terminar porque cada grupo tiene que tener nuevos docentes que hagan crecer el sistema. El desafío es mayor porque quiero devolverle a Chile todo lo que me dio. Ahora no serán Diablas y Diablos, sino que niños y niñas y un montón de profesionales que puedan ser entrenadores made in Chile para el futuro”, declaró el entrenador al anunciar su adiós.