2023 ha sido un año de emociones fuertes para Las Diablas. Tras el éxito conseguido en el Mundial de Países Bajos, la selección femenina de hockey césped vive una temporada que tiene como punto principal los Juegos Panamericanos, pero que también quedará marcada como la de la despedida terrenal de Claudia Schüler. Un golpe tremendo para sus compañeras y entrenadores, quienes admiten seguir sintiéndola cerca.
Diego Amoroso, entrenador del combinado nacional, habla de todo eso con El Deportivo. Expone los desafíos que se vienen, la importancia del triangular que disputarán en Uruguay y la constante evolución de un equipo que ya conoció la élite del hockey mundial.
Es ese uno de los puntos en donde más se explaya. Con años al primer nivel, el entrenador argentino entiende que renovarse en el éxito es un proceso fundamental en el deporte y que la única forma de eso es probando nuevas versiones de un mismo. Por eso es claro en señalar que Las Diablas viven momentos de transformación.
“Cuando vas a las competencias más importantes, te das cuenta donde estás parado. Y el Mundial fue una prueba para ver eso. Sin dudas hicimos un buen torneo, principalmente en nuestro juego sin pelota, en nuestro rendimiento en las recuperaciones, las presiones. También en el juego de posesión, pero cuando vas a las estadísticas todavía nos faltaba mucho por crecer, para realmente hacer daño al rival en ese nivel. Y nos focalizamos mucho en eso. Cómo podíamos ser mucho más agresivos, verticales. Cómo hacer daño más constante”, explica el representando por Garage Sports.
Un trabajo que comenzó en los partidos ante Sudáfrica a principios de mayo. Han sido meses de perfeccionamiento hacia una idea que tiene entusiasmados al cuerpo técnico. “No es un cambio menor, porque me atrevería a decir que es un cambio cultural deportivo dentro de nuestro equipo. Este fue un desafío que vino desde nosotros hacia las jugadoras y hacia nosotros mismos también”, señala.
Por eso el viaje a Uruguay será importante, pensando sobre todo que solo quedan cuatro meses para Santiago 2023. Allí enfrentarán a las locales y Gales, en lo que será un triangular con tres objetivos para Amoroso y el cuerpo técnico comandado por Sergio Vigil: probar jugadores, perfeccionar el nuevo sistema y estudiar a un rival clave en la cita de octubre.
“Vamos a utilizar esta gira para terminar de probar jugadoras, entendiendo que después tenemos una gira en Europa y después ya hay que entregar la nómina de los Panamericanos. Lo más probable es que la gira a Europa tenga en un 90% las jugadoras de Santiago 2023, por eso esta es una gira que nos permite probar jugadoras y al mismo tiempo probar el nuevo sistema que venimos entrenando”, opina.
También se explaya sobre el segundo y el tercer objetivo de este mini torneo que comienza el 10 de junio. “Respecto a las modificaciones en el sistema de entrenamiento, algunas anduvieron bien, otras no tanto. Seguimos puliendo y ahora la idea es crecer en esos aspectos en esta gira. La otra sin duda es analizar a Uruguay, que siempre es un rival importante dentro de estas instancias en Américas”, lanza.
Ese tópico lleva a que la conversación gire en torno a cómo se compone el plantel de Las Diablas. ¿Es un equipo experimentado? ¿Hay recambio? ¿Qué grupos componen a las citadas? Son algunas de las preguntas que responde Amoroso.
“Hay tres grupos de jugadoras. Uno es el de las jugadoras que ya tienen una vasta experiencia y una acumulación de partidos en Las Diablas, que es la columna vertebral del equipo. Después se sumaron jugadoras del Sub 21 que son cuatro o cinco, que clasificaron al Mundial en diciembre y que tienen un potencial increíble. Hay un tercer grupo que son jugadoras que por distintas razones no habían estado participando de los procesos selectivos y que ya desde el año pasado las teníamos trabajando de forma paralela, que eran Las Diablas 2. Ese grupo hay seis jugadoras que se sumaron al proceso. A partir de eso se crea esta combinación de jugadoras con distintas características, pero que han generado una competencia interna muy importante. Como consecuencia, de estos tres grupos han salido jugadoras para esta gira en Uruguay”, explica detalladamente.
Finalmente, se hace inevitable conversar sobre la figura de Claudia Schüler, la portera más importante de la historia del país, quien falleció hace poco más de un mes producto de una agresiva enfermedad. La partida de la referente fue un golpe fuerte, pero también un combustible, según explica el DT.
“Cuando te sientes tan vulnerable, con un dolor tan grande, acudes a aquellos que buscan salir adelante de la misma forma. Eso nos pasó con Claudia. El equipo se unió. Nos necesitamos más que nunca, porque nos dimos cuenta que cada uno por su cuenta no podía salir adelante por tanto dolor. Nos unió con la familia y la pareja de Claudia y eso nos dio una fuerza muy importante. El legado de Claudia estará para siempre y nos dejó muchas enseñanzas. Nos dimos cuenta todo lo que nos entregó y eso fue una enseñanza inmensa de lo que uno puede llegar a ser hasta en los peores momentos. Este equipo y este staff no va a dejar de entregar hasta el último día para que el hockey chileno siga con ese mismo legado”, confiesa Amoroso con una evidente emoción. Deja claro que ha sido uno de los momentos más tristes que les ha tocado vivir.
Es por eso que también es enfático en el rol que tendrá Claudia en un día tan emotivo como el debut de los Juegos Panamericanos. “Esa emotividad, pena, dolor, lo estamos convirtiendo en energía y que sea un combustible para nosotros. Yo espero que cuando llegue ese debut en Santiago, lo vivamos con una paz similar a la que ella vivió sus peores momentos. Siempre la sensación de un partido importante está cargada con muchas sensaciones, pero cuando tienes paz y tranquilidad lo puedes vivir de una mejor manera y disfrutar. Todo eso espero que sea vea reflejado en ese día”, comenta para cerrar.