Argentina es, por estas horas, todo alegría. O desahogo, si se mira desde el punto de vista de la angustia que sufrió el país transandino después de la caída ante Arabia Saudita, en el estreno en Qatar. Ese resultado apretó los corazones e instaló el miedo de una eliminación temprana. El triunfo sobre México vino a brindar algo de tranquilidad. La prensa refleja ese estado. En el duelo ante Polonia, el equipo de Lionel Scaloni resolverá su suerte. Mientras, celebra.

La algarabía de los futbolistas se notó apenas terminó el choque frente al equipo de Gerardo Martino. La alegría y también el desahogo. Era fácil advertir en las expresiones de los futbolistas que había mucho de ambas sensaciones mezcladas. En el camarín, en cambio, todo fue desenfreno y cánticos. Con una curiosidad: una de las composiciones que cantaron los jugadores recordó las finales perdidas ante Chile, en las Copa América de 2015 y 2016. Producto de esas decepciones, Lionel Messi, quien hoy es el centro de las alabanzas, llegó a renunciar al equipo de su país. Luego recapacitó y se retractó.

La letra

Los futbolistas se pararon sobre sus respectivos asientos en el camarín. Hubo quienes revolearon poleras. Así, partió el pegajoso coro. “En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas, que jamás olvidaré”, comienza, mezclando los máximos símbolos futbolísticos que ha dado el país vecino con la circunstancia histórica más terrible que le tocó enfrentar.

La siguiente línea es la que, efectivamente, alude a las decepciones en Santiago y Estados Unidos. “No te lo puedo explicar, porque no vas a entender, las finales que perdimos, cuántos años las lloré. Pero eso se terminó, porque en el Maracaná, la final con los brasucas, les volvió a ganar papá”, cantaron los jugadores, a voz en cuello. Messi, como todos sus compañeros, estaba entusiasmado.

El remate vuelve a ser emotivo y a tocar fibras. Otra vez, aparece el recuerdo de Maradona mezclado con la esperanza en que el astro del PSG sea capaz de cerrar su brillante carrera con el máximo trofeo, uno de los pocos que le faltan. “Muchachos, ahora nos volvimo’ a ilusionar. Quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial. Y al Diego, en el cielo lo podemos ver, con Don Diego y con la Tota, alentándolo a Lionel”, cierra.

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