Las gambetas de Nicolás Leoz para eludir la extradición a EE.UU. por el caso FIFAGate
Quien fuera la máxima autoridad del fútbol sudamericano, hoy con 89 años, permanece en su casa de Asunción en arresto domiciliario mientras que en Nueva York el juicio por el escándalo de la FIFA ya se desarrolla. Su defensa se ampara en su delicado estado de salud. Leoz tiene un hospital en la capital paraguaya, cuyo director en su yerno, lo que dificulta aún más que se autorice su extradición.
Mientras en Nueva York comenzó el juicio del FIFAGate, el otrota mandamás de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, pasa sus días tranquilamente en su propiedad en Asunción. El exdirigente está bajo arresto domiciliario, acusado de recibir sobornos a cambio de la concesión de derechos televisivos para los torneos de la Confederación. La orden de arresto internacional que emitió la justicia estadounidense no tiene posibilidad de alcanzarlo.
"Leoz tiene 89 años y una salud precaria que con el tiempo se va agravando. Tiene una enfermera a domicilio las 24 horas. Hace cuatro años que ya no viaja en avión", dijo su abogado Ricardo Preda. "Estamos convencidos de que el pedido de extradición no puede prosperar, debería ser desechado, sin hablar sobre el fondo, desde un punto de vista jurídico los delitos que se le atribuyen en Estados Unidos no se sancionan en Paraguay", agrega. Preda explica que los sobornos de los que se lo acusa son considerados comisiones en Paraguay, porque es dinero pactado entre privados.
La "ventaja" de Leoz es que dispone de su propio hospital en Asunción para ser atendido cuando lo requiera. Tiene una suite en el último piso del Sanatorio Migone, un recinto que tiene como director a su yerno. Por lo tanto, es casi imposible que el hospital emita un diagnóstico favorable para la extradición.
En junio, la Conmebol volvió a la carga contra Leoz y lo demandó por abuso de confianza, asociación criminal y lavado de dinero. Por si fuera poco, el nombre del longevo dirigente paraguayo sale en los Panamá Papers, en sociedades "offshore". "La Conmebol impulsó un auditoría que puso en evidencia giros por más de 110 millones de dólares desde la Conmebol a cuentas de Nicolás Leoz, aprobadas por el comité ejecutivo, sin justificaciones. Las sumas se acreditaron en cuentas personales y luego fueron transferidas a sociedades en Estados Unidos", afirma el abogado de la Conmebol Osvaldo Granada.
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