Colo Colo iniciará 2024 sin un entrenador definido. El directorio de Blanco y Negro sigue analizando las propuestas que ha recibido a través del gerente deportivo, Daniel Morón. A Luis Zubeldía, Jorge Almirón, Gabriel Heinze y Martín Palermo, los nombres sobre los que se trabaja con mayor intensidad, se han ido sumando otros igualmente atractivos, como el de José Néstor Pekerman, quien ya estuvo en Macul a mediados de los noventa, aunque en el área formativa, en un proceso que arrojó talentos como Manuel Neira, Héctor Tapia, Pablo Contreras y David Henríquez. En el seno de la concesionaria aclaran que no hay apuro y que la trascendencia de la determinación aconseja evaluar convenientemente todas las variables.
Sin embargo, hay uno que rompe el molde: primero, porque es el único de la lista que no es argentino. Y, principalmente, por su imponente currículo. Se trata de Vanderlei Luxemburgo, quien ha dirigido a Brasil y al Real Madrid. La mención es solo un resumen, porque su trayectoria incluye a los clubes más importantes de su país y un par de pasos por Arabia Saudita y China. Su última campaña la realizó en el Corinthians, con el que alcanzó un discreto 47,3 por ciento de rendimiento.
Diálogo abierto
Las conversaciones se iniciaron hace dos semanas, primero a través de intermediarios y, luego, directamente, entre Morón y el estratega, quienes han cruzado las primeras ideas respecto de un eventual trabajo conjunto. Los siguientes diálogos se realizarán con la mesa que preside Alfredo Stöhwing. Ahí, en términos futbolísticos, se entrará en el área chica, pues se tendrían que conversar los aspectos contractuales, como la duración del pacto, los objetivos y, por cierto, los costos involucrados.
Por el momento, no se ha hablado de números con el club popular, aunque a través de sus representantes el estratega se enteró del tope de US$ 1,5 millones que tiene el Cacique para invertir en el sucesor de Gustavo Quinteros, quien ya fue oficializado como entrenador de Vélez Sarsfield.
La cifra podría crecer con bonos por objetivos, con la mira puesta en los internacionales, por los ingresos que generan esos torneos y porque es el plano en que los albos tienen la mayor deuda y necesidad de protagonismo. En términos simples, mientras más avancen los albos en este tipo de certámenes, mayores ganancias podría obtener el ex seleccionador brasileño. En el entorno de Luxemburgo no ven con desagrado una fórmula de ese estilo.
Por el momento, el entrenador se ha interiorizado de la realidad del plantel y hasta de las divisiones inferiores. También ha dejado entrever que está dispuesto a trabajar con el staff del club, lo que evitaría el costo de ‘importar’ a una gran cantidad de asistentes, como la que suele acompañar a los técnicos de primer nivel mundial.