Las heces obligan a desalojar el CEO

Algo huele muy mal en la residencia CEO. Lo dicen sus deportistas, también las autoridades. Las malas condiciones en que se mantienen las dependencias, destinadas a los deportistas chilenos que provienen de provincia, hizo que ayer todos tuvieran que abandonarlo. Sufre graves filtraciones; las heces han llegado a los pasillos. Los atletas aseguran que no es algo nuevo, sino un abandono que se arrastra de años. Aunque ahora se expresa de la peor forma.

"Venimos con este problema de los baños hace meses. Se han hecho reparaciones superficiales, pero se dieron cuenta que el problema es mucho más profundo", asegura Patricio Álvarez (22), seleccionado nacional de bádminton, que habita ahí desde hace un año. "Hoy fueron a reparar las cañerías, pero rompieron una matriz y, literalmente, se nos subió la mierda. El CEO huele a caca", añade.

"Durante una de las excavaciones se rompió una cañería. Se procedió a cortar el agua, limpiar lo que se ensució y mañana se continuará con los trabajos", comunicó el COCh. Tanto fue el hedor, que hubo que evacuar a los 17 deportistas y cinco entrenadores que moran en la sede del deporte olímpico nacional. Ayer durmieron en una hostal particular en Macul, con plata del comité.

Pablo Palma (19), seleccionado nacional de lucha grecorromana que lleva dos años allí, se queja por las indignas condiciones que ha debido soportar. "Veo que este problema se ha ido intensificando desde hace un mes. Nos tienen sin baños y tenemos que cruzar toda un pasillo para poder hacer nuestras necesidades. Tengo un nacional este fin de semana y no sé que pasará conmigo. Soy de Linares, no tengo dónde más vivir".

El albergue del CEO fue creado hace más de un decenio. Según fuentes del COCh, nunca ha sido pensado como un hotel (a diferencia del CAR), por lo que los deportistas que allí habitan lo hacen, extrañamente, de forma irregular.

Ángelo Vidal, esgrimista paralímpico que moró allí hace 10 años, constató la situación actual. "Fui a ver cómo vivían los deportistas y me di cuenta de que las instalaciones están igual que cuando yo vivía ahí. No han cambiado nada, ni siquiera los colchones, que están todos sucios", lamenta.

El pasado viernes 11, Érika Olivera, ex maratonista y diputada, fue junto a inspectores de la Seremi de Salud Metropolitana a constatar las denuncias. Su impresión fue la peor: "No tienen lavandería ni instrumentos para hacer el aseo de sus habitaciones. Este albergue es ocupado por varias delegaciones y los colchones ni siquiera tienen sábanas, es algo indigno para ellos, que nos representan como país".

El asunto va más allá. "Muros con presencia de humedad, descascarados y en malas condiciones", es uno de los puntos que airea el informe de la Seremi. Los deportistas serán desalojados, según el COCh.