Las heridas que deja la guerra que la U y Colo Colo siguen animando en el Tribunal de Disciplina

Aníbal Mosa, Michael Clark y Victoriano Cerda
Aníbal Mosa, Michael Clark y Victoriano Cerda.

El revés por 4-2 que sufrieron los laicos es apenas un síntoma en un quiebre que resultará mucho más profundo. En Macul hay una profunda molestia que también toca a Huachipato, al que sindican como facilitador de elementos claves para la investigación.


Este miércoles, la Primera Sala del Tribunal de Disciplina sistematizó la decisión que se había conocido en la noche anterior, poco después de una, otra vez, maratónica jornada. Tal como informó El Deportivo, la corte de primera instancia del fútbol nacional rechazó la denuncia de Universidad de Chile contra Colo Colo por el eventual desacato de Jorge Almirón en el partido frente a Huachipato, por un 4-2 que parece categórico. “La Primera Sala del Tribunal de Disciplina en sesión efectuada con esta fecha, resolvió, por votación dividida, de cuatro votos por la posición mayoritaria y dos por la minoritaria, absolver al club denunciado. Se deja constancia que la sentencia fundada será notificada próximamente. Sin embargo, el Tribunal estima pertinente informar, por ahora, que la mayoría de los integrantes de la Sala consideraron que no existieron en la causa antecedentes probatorios, completos y contundentes, que ameritaran imponer las sanciones contempladas en la reglamentación para un eventual desacato”, consigna un veredicto que busca disminuir el nivel de ansiedad en torno a una materia que tiene pendiente a buena parte del país deportivo.

Sin embargo, la comunicación no hace más que abrir un nuevo escenario. La U, por lo pronto, está decidida a no dar la batalla por perdida. Los laicos irán a la Segunda Sala para revertir el dictamen inicial. Y si ese intento no prospera, están resueltos a concurrir al TAS, la última opción que tienen. En el camino, seguirán profundizándose las heridas que se fueron abriendo y que no solo abarcan a los clubes más populares del país. Huachipato, el anfitrión del partido más historiado del año, terminó transformándose en un actor clave. Y, por ende, en objeto de públicos e indisimulados ataques.

Las heridas que deja la guerra

Aníbal Mosa, el presidente de Blanco y Negro, fue más cauteloso que hace unos días después de conocer la decisión. “Estoy contento, creo que se hizo justicia. Se puede volver a creer en las instituciones, eso es lo más importante”, declaró en la radio Cooperativa. Después, en una abierta alusión al comportamiento de Azul Azul, la firma que comanda Michael Clark y al propio timonel, parafraseó a Diego Maradona. “No soy quién para dejarle un mensaje, pero sí decirle que este tipo de cosas, a todo el mundo del fútbol, ojalá no lleguen a tener tanta importancia. Lo más importante es que la pelota no se manche, no se ensucie el juego, que los puntos obtenidos en cancha se obtengan en cancha”, estableció.

La relación entre los albos y los azules, siempre tirante desde el punto de vista deportivo, hoy está en su punto más álgido. El martes 29, después de una extensa comparecencia en el Tribunal de Disciplina, el timonel albo había dado señales más que concretas del quiebre, que sumaba a los acereros. “Les damos las gracias por tener una cámara filmándonos los 90 minutos que duró el partido, es una cosa bien increíble. Se ve que es una cámara fija, no se ve nadie que la esté moviendo, está puesta ex profeso para filmarnos. Estas patrañas que inventa la Universidad de Chile, en complicidad con Huachipato, es de lo más bajo que hay. La gracia de esto es que se gana o se pierde, pero dentro de la cancha. Estas cosas no le hacen bien al fútbol”, declaró el empresario portomontino, dando cuenta de una evidente tensión.

Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro.
Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro. (Foto: Photosport)

En el caso de los acereros, la postura fue frontal. “Dos más dos son cuatro aquí y en la quebrada del ají. Saquen sus conclusiones. Habría que expulsar a alguien. El Consejo de Presidentes, el señor Milad y compañía, deberían tomar cartas en el asunto y que transparenten quiénes son los dueños de la U. Nadie es capaz de transparentar una situación. No le hace bien a la institución del fútbol”, disparó el sureño. El último dardo fue teledirigido. “El día que me lo encuentre le voy a preguntar. Cruzó la raya roja el señor Cerda”, remató. “El señor Cerda” es Victoriano Cerda, el presidente del equipo siderúrgico.

En el sur, naturalmente, hay una profunda molestia por los dichos del timonel albo.

¿Y la U?

La U ha mantenido silencio, al menos desde el punto de vista institucional, aunque su abogado, José Ramón Correa, quien también es director de la concesionaria que administra a los estudiantiles, dejó entrever las convicción institucional en torno a la controversia. “Hoy lo hablaba con el presidente del club, Michael Clark, poniendo distintos ejemplos nos acordábamos de uno que, en particular a los que nos gusta el deporte, tiene mucho sentido. Me lo planteaba él. Fueron las Olimpiadas de Seúl el 88. En los 100 metros planos, el récord del mundo, lo batió Ben Johnson, pero la medalla se la llevó Carl Lewis y la razón por la que la medalla se la llevó Carl Lewis fue porque Ben Johnson fue sancionado por doping. Cumplir las reglas no es ganar por secretaría, es ganar. Y eso es súper importante que quede claro, ganar un torneo se hace cumpliendo con la totalidad de las normas y eso es lo que le estamos pidiendo al Tribunal que resuelva”, expresó en el marco de la extensa audiencia, en una intervención que lo catapultó entre los fanáticos laicos.

El abogado de la U, José Ramón Correa, detalló de la denuncia contra Colo Colo.
José Ramón Correa, abogado de la U.

Este miércoles, Marcelo Díaz relativizó el tema. “Ni siquiera me había enterado. No tengo idea. Voy a responder una o dos preguntas sobre el tema. La dirigencia nos ha dicho que no nos enfoquemos y no nos preocupemos de eso, que solo nos enfoquemos en la cancha, como ha sido nuestra misión durante todo el año. Y a mí en realidad me da lo mismo, así que no puedo opinar mucho al respecto”, manifestó respecto del dictamen.

Lo que sí dejó claro es la convicción respecto de la potencial infracción alba. “Yo creo que todos han visto las imágenes y lo que sucedió. Claramente las reglas están para cumplirse para quien sea, pero eso no nos desenfoca de nuestro trabajo. Porque sabemos que dependemos de nosotros, de ganar el domingo. Si no ganamos el domingo o no hubiéramos ganado la fecha anterior nada podríamos hacer. Nos encontramos en una instancia definitoria en donde claramente se ve reflejado un año que ha sido bastante bueno y que nos deja al final del torneo peleando el campeonato y eso es bastante positivo. Lo que suceda del CDA para afuera a mí poco me preocupa”, sentenció.

Los azules también están molestos con los acereros. En su caso, por la negativa de los siderúrgicos a facilitar las cámaras de seguridad del estadio Huachipato, un suministro que habría resultado clave para las indagatorias.

El último rebote

Las consecuencias podrían, incluso, ser más amplias. En Calama, Cobreloa, que mantiene una ínfima posibilidad matemática de quedarse en Primera División (tendría que ganarle por ocho goles a O’Higgins, con lo que condenaría a los rancagüinos), analiza junto a sus asesores jurídicos una eventual denuncia contra Huachipato bajo el cargo de espionaje, a propósito del registro de los pasos que dio Almirón en el partido entre los albos y Huachipato.

¿Qué beneficios podrían sacar los nortinos? Si se configura una violación al Código de la FIFA, los siderúrgicos perderían puntos y, además, serían multados. Le pasó a Canadá en los Juegos Olímpicos. Los norteamericanos se infiltraron en un entrenamiento del equipo femenino de Nueva Zelanda. Perdieron seis unidades y tuvieron que abonar US$ 226.000. El partido entre ambos lo ganaron por 2-1. }

De acuerdo a esta interpretación preliminar, los acereros pudieron haber vulnerado la letra a) del numeral 2 del artículo 13, titulado Conducta ofensiva y violaciones de los principios del juego limpio. “Violar las normas básicas de la conducta cívica”, establece. También podría aplicárseles la d) del mismo numeral: “Adoptar una conducta que desprestigie al fútbol o a la FIFA”. El Código de Penalidades de la ANFP es categórico respecto del apego irrestricto a la normativa del ente global. “Es infracción toda transgresión a los Estatutos y Reglamentos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, a la Bases de las competencias organizadas bajo la tutela de ésta, al Reglamento del Control Doping, a las disposiciones del presente Código y del Código Disciplinario de FIFA”, establece,. en su artículo 1º.

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