La historia del básquetbol chileno escribió un capítulo importante en Aysén. La misma generación bicampeona Sudamericana, la misma que tras meterse en semifinales consiguió el pase al Mundial Sub 17 de básquetbol femenino, la misma que ahora, en el frío Aysén, consiguió el tercer lugar del Premundial Sub 16. Las Huasitas, las del acento sonoro, pusieron su nombre en un capítulo escrito en bronce.
Chile derrotó 59-49 en el Polideportivo 21 de abril, a Puerto Rico, dio vuelta el marcador y terminó completando el podio, detrás de Estados Unidos y Canadá.
Nervioso inicio de partido para las chilenas. Pese a que intentaban sumar y acercarse al aro con rotación, eran las visitantes quienes sumaban. Sus aciertos de tres las iban separando de las Huasitas, que, sin embargo, nunca perdieron la calma y se enfocaron en defender.
La ventaja era a favor de Puerto Rico, pero Chile también intentaba. Bárbara Torres se animaba de tres, a ratos recibiendo sola para lanzar tras buenas jugadas de las nacionales. Fernanda Ovalle se llevó el trabajo sucio y fue quien más aportó en defensa. Tres robos y siete rebotes completó la santiaguina en los dos primeros cuartos. Importante labor, que ayudó a mantener en un 33% el acierto de las caribeñas. Cifras similares con las que llegaron las Huasitas al descanso. El marcador era 25-28 para la visita.
Los nervios del inicio se olvidaron por completo en el tercer cuarto. El mejor de Chile. La misión era asegurar el bronce y el equipo de Warren Espinosa se lo tomó en serio. De comenzar en desventaja, llegaron a estar por 10 puntos arriba. El equipo se prendía mientras caían los triples. La confianza, por supuesto, ya estaba al tope. Ovalle y Torres seguían sumando y la medalla estaba al caer. De cara al último cuarto las nacionales se imponían por 13.
El coach nacional pedía calma, pero en la cancha el entusiasmo de estar a minutos de concretar el podio crecía. Puerto Rico, que perdía, no se apuraba y ocupaba todo su tiempo de posesión. El marcador y la defensa, eso sí, estaban dando la victoria a la Roja.
Terminó ganando Chile. Terminaron ganando las bicampeonas sudamericanas, las mundialistas del próximo año, las históricas. Las Huasitas se colgaron la medalla y le dieron calor al sur de Aysén, que vibró cada partido con el juego nacional. Merecida medalla, merecida hazaña. Podio histórico, también pues nunca Chile había terminado entre los tres mejores de un torneo a nivel americano. Y el himno chileno que entonó la gente en el gimnasio en los últimos segundos, la canción final de una épica novela.