La plataforma Zoom llegó como un salvavidas para los clubes en época de confinamiento. Se transformó en una herramienta clave para coordinar desde ahí la condición física de los deportistas. En el fútbol, los jugadores podían conectarse y simular entrenamientos junto a sus compañeros. Toda ejecución era supervisada por los técnicos. Patios, living o terrazas: todo escenario era válido.
En la vuelta al campo de juego, ya sea para entrenar o competir, la plataforma comienza a ganar enemigos. El efecto Covid solo registra lesiones. Ayer se operó Sergio Agüero, del Manchester City, de la rodilla izquierda, luego de sentir una molestia ante el Burnley. El lunes, en La Calera, Sebastián Sáez se cortó los ligamentos: ocho meses fuera.
Los números en la Bundesliga son más alarmantes. En la primera jornada, a mediados de mayo, se registraron ocho lesionados. En la Serie A, que retornó este fin de semana, sufrió bajas en las prácticas previas al certamen. Higuaín en Juventus, Ibrahimovic del Milan y el volante de la Lazio Milinkovic-Savic son baja por problemas musculares.
En Chile toman nota. Los clubes preparan un retorno adecuado, tomando como espejo lo que sucede en Europa. Hernán Torres, preparador físico de Antofagasta, elenco que suspendió ayer sus prácticas tras 12 días del anhelado retorno, luego que la ciudad ingresara a cuarentena obligatoria, tiene reparos con el Zoom. Hoy parece ser una amenaza.
“No es lo mismo entrenar a través de zoom que en un campo de juego. El campo te da otra estabilidad, el tendón tiene otro estímulo, los cambios de aceleración son diferentes. Todas esas son variables que no están conectadas al Zoom, o a un entrenamiento en un departamento”, advierte el ex ayudante de Borghi en la Selección. “Los entrenamientos por Zoom son por concepto de frecuencia, no de amplitud. Agrupan mucho movimiento y eso tiene mucho impacto. Se van gastando los ligamentos por sobreuso. En este periodo de retorno puede haber todo tipo de lesiones, no solo musculares”,
Fernando Radice, médico de la U y de Clínica Universidad de los Andes, recalca la importancia de una adecuada transición. “No es lo mismo entrenar en un departamento que en una cancha. El cambio debe ser muy progresivo y bien planificado. Los jugadores están más propensos a lesionarse porque el tiempo de para y las condiciones en que este tiempo sin entrenar en forma adecuada ocurre son muy largas y restrictivas”.
Marcelo Oyarzún, PF de Wanderers, pone como ejemplo otras actividades: “En el fútbol americano, hubo una vez 15 cortes del tendón de Aquiles después de un receso. Con ese estudio demostraron que el parate había sido nefasto. En el fútbol tememos, sin tener estudios de respaldo, por los tendones y ligamentos de tobillo y rodilla. Y por los músculos que tienen acción sobre dos articulaciones, que son más fuertes y largos”.