El ciclismo sigue agitado tras la confesión-denuncia del corredor Nicolás González en este diario, en el que destapa una trama de dopaje y trampa en Chile. Una sacudida que fue complementada luego por los testimonios de Germaín Pérez, el ex presidente de la Federación, y de Miguel Droguett, el anterior seleccionador de pista. Muchos miembros del deporte de la bicicleta han salido aludidos o señalados. Ciclistas, masajistas, entrenadores... Y sus reacciones empiezan a asomar.
Así, Antonio Cabrera, campeón panamericano en Lima, acusado directamente por Nicolás González de doparse y de ser el incitador a que él lo hiciera antes de ser sancionado por dopaje, se descolgó con una enigmática respuesta cuando este diario le solicitó su versión de los hechos: “¿Oye, y tus amigos Garrido y Droguett, no sabes historias de ellos?”. Una forma de desviar las sospechas hacia otro ciclista, Gonzalo Garrido, campeón sudamericano en Santiago 2014 y pareja de la también ciclista Paola Muñoz, y hacia el ex seleccionador chileno de pista.
Este último, Miguel Droguett, asegura que no sabe a lo que se refiere su ex pupilo: “¿Qué puedo decir? Son manotazos de ahogado. Creo que él ya está intentando aferrarse de cualquier cosa para no verse perjudicado, pero los antecedentes contra él están ahí y son muchos".
Gonzalo Garrido, el otro mencionado, intenta entender a qué puede hacer referencia. “Quizás va a querer decir que me gustan las mujeres, la fiesta. En verdad creo que a este tipo ya no lo podemos tomar en serio.Tengo una orden vigente de alejamiento contra él, dictaminada por la Justicia, por sus constantes amenazas de golpiza e incluso muerte contra mí y mi señora. No es un rumor, a él lo condenaron después de los Juegos Panamericanos”.
Cabrera no hizo más comentarios a La Tercera. Solo que su entrevista al respecto la daría en otro medio. Efectivamente, en la edición de El Mercurio de hoy martes, el ciclista niega por escrito todas las acusaciones de dopaje y actitudes violentas que se le atribuyen y asegura que ha puesto el caso en los tribunales.
Por su parte, Jaime Rojas, Sapete, masajista del equipo y acusado por Nicolás González de ser el encargado de suministrar las sustancias dopantes para los ciclistas, se desahogó en la mañana de hoy por Facebook. Un post en el que acompañado de la canción Puto, de Molotov, incluye una dedicatoria en la que carga contra el ciclista confeso, lo insulta: “Esta canción se la dedico a esos malos vividores, rateros ladrones, rompe familias, cagan a sus pares, vendedores de humo (flaytes con plata) que pagaron al pajarón de la Unión. Este niño siempre fue el más débil del equipo, jamás aguantó un entrenamiento con la selección y aún así el súper DT que teníamos lo colocaba. Era su regalón. Este tema es para tí, Putito, poco hombre. Te crees de raza mapuche, jajajaja, mapuche gay. Eso no se hace. No se miente. Jugaste con fuego y el fuego quema. Nos vemos en la ruta o pista”.