Terminada la fase grupal de Chile en la Copa América, el balance no es positivo, sobre todo en un expediente clave del juego: los balones detenidos. Un expediente deficitario en la historia de la selección chilena, tal como reconocen tres ex jugadores de la Roja: Jorge Aravena, Pablo Contreras y Miguel Ramírez.

“La mayoría de los goles que nos han hecho en esta Copa América son de pelota detenida. Ha habido muchos periodos en la historia de nuestro fútbol en los que nos anotan en táctica fija. Nos pasa siempre”, es la lapidaria sentencia del Mortero.

Una opinión que no es exclusiva del ex volante. Así también lo destaca Cheíto Ramírez, quien agrega que “Individualmente pesa mucho evitar que te conviertan. A los chilenos siempre nos han hecho goles a balón parado. Pero se ha podido evitar en algunos períodos. Hemos llegado a mundiales, se han conseguido títulos de Copa América”.

No deja de ser un tema, tal como lo explica Pablo Contreras, mundialista en Sudáfrica 2010: “a esta selección de Chile le han hecho seis goles a balón parado, las mismas dificultades que anteriormente habíamos tenido en la historia de nuestro fútbol, respecto del juego aéreo”.

Cambio de biotipo

Sin embargo, la presencia de varios seleccionados sobre el metro y 85 hacía presagiar una evolución del equipo, sobre todo en lo que respecta al juego aéreo. Pese a ello, la situación no ha cambiado.

“Hoy día el tema es más complejo. Supuestamente, con la envergadura física que tenemos hoy teníamos resuelto el tema del juego aéreo. Particularmente con la altura de jugadores como Sierralta, Maripán o Roco. Medel tampoco tiene muchas dificultades en ese sentido. El problema es que ahora se vuelve a la tónica de lo que se veía anteriormente”, asegura Contreras.

Pero al margen de la envergadura física, el linaje del plantel no auguraba el hecho de pasar tantas apreturas en el balón parado. Así al menos lo reconoce Aravena, quien asegura que “a ver, estos jugadores son de elite, deberían tener mucha más concentración y entender rápido la táctica fija que significa esto. Poner máxima atención”.

Máxima concentración

Y aunque suene a cliché, la atención particular en jugadas específicas hace la diferencia respecto del éxito de las pelotas paradas. Así coinciden los tres ex seleccionados chilenos en su análisis.

Según Ramírez, “la única receta es la concentración, sobre todo de manera individual. Estar atentos a las jugadas, que te marquen goles en ese expediente siempre es un tema circunstancial. Hay que tener dos cosas claras: las responsabilidades individuales y trabajarlo con la práctica”.

La misma opinión del Mortero, quien opina que “los jugadores deben tener una concentración altísima en jugadas de córner, tiro libre y laterales; no así en los penales donde es uno contra uno. La gran responsabilidad pasa porque las marcas, que no se toman bien. La única manera de evitarlo es estar atentos a las marcas. Hay que tratar de anticipar las jugadas, lo digo particularmente en el gol de Uruguay, donde Vidal trató de agarrar a Suárez, antes que el balón”.

Contreras, además, apela a que el trabajo de estos días en Chile pueda ayudar a solucionar el problema: “Ojalá que estos días en Santiago se puedan solucionar estos problemas, arreglar esa situación dificultosa. La única manera de hacerlo es trabajando de buena manera, con pautas individuales y personales a la hora de marcar al contrario”.

Ensayo y error

Y en esa misma línea, el trabajo en Juan Pinto Durán será clave para salir de esta encrucijada. Sobre todo, si en el horizonte de la Roja lo más probable es que asome la selección de Brasil, uno de los equipos que mejor maneja este expediente en el planeta.

“Lo primero que debe hacer el cuerpo técnico es hacer mención a esta situación que está ocurriendo. Lo siguiente es que los jugadores deben sentirse con mayor confianza de enfrentar los partidos sabiendo que hay jugadores de gran envergadura física, con buen juego aéreo. En términos defensivos, pero también ofensivo, ya que tampoco lo estamos viendo mucho a nuestro favor. Se debe trabajar mucho”, advierte Pablo Contreras.

Una sentencia que se replica en las palabras de Cheíto, quien insiste en que “hay que trabajarlo mucho. Existen muchas situaciones en las que tiene que darse algunas responsabilidades individuales en los balones detenidos. En todas las pelotas paradas cada jugador tiene su marca, algo que se trabaja en los entrenamientos, ensayando una y otra vez. Es un tema del que hay que preocuparse, que necesita mucha consideración. Sobre todo, por los cinco goles que le habían hecho a Chile, incluso antes del partido contra Paraguay”.

Un tema mental

Lo cierto es que esta situación se ha ido repitiendo partido a partido. Y a medida que el balón parado se convierta en una desventaja, de alguna manera va erosionando el ánimo de los propios jugadores. Así al menos lo explica Contreras.

Cuando se generan situaciones repetitivas entra el temor y es ahí donde debe apuntar el cuerpo técnico, intentando que esa situación no acontezca. Si eso ocurre muchas veces, te genera ciertas dudas en términos anímicos y mucha preocupación. Deficiencias emocionales y mentales”, conviene el ex defensor del Monaco francés.

E insiste en su idea, ya que “hemos tenido dos o tres casos de lesiones que también han mermado esta capacidad que teníamos en el juego aéreo. Y cada vez que viene un balón detenido comienza una incertidumbre generalizada. Hay cinco días para mejorar eso”.

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