Las penurias de la díscola del equipo de ruta
Aranza Villalón se quejó de la desorganización del ciclismo y de los desencuentros con los entrenadores de la delegación chilena. Pese a todo, ayer se metió entre las 10 mejores de la contrarreloj.
"Me enteré dos semanas antes de que iba a correr la contrarreloj", aseguró Aranza Villalón al finalizar ayer su participación en la prueba, donde terminó novena. No fue sencillo para ella estar aquí. Tras una preparación irregular, con la incertidumbre de no saber en qué sería inscrito los técnicos nacionales, debió entrenarse como pudo para llegar de la mejor forma posible a Lima.
Al principio, diferencias con los entrenadores la marginaron de cualquier comunicación. No se enteraba de los entrenamientos, no la citaban, todo por ser incómoda para ellos. Luego, el positivo por EPO de su compañera de equipo Constanza Paredes la golpeó sobremanera, pues toda la cuarteta confiaba en ella para hacerse de una medalla en la persecución.
Y luego, continuaron los líos. A un mes del torneo, la citaban a entrenar al velódromo de Peñalolén, pero sin bicicletas para ella. Pese a consultarlo, nadie nunca le dijo que no debía llevarla. Así fueron sus intensos días.
Y todo se volvió aún más tenso en la previa a la concentración del equipo. Después de una reunión de emergencia entre el equipo femenino y el jefe del Plan Olímpico, Marcelo Ubal, la deportista expuso el temor que tenía de viajar junto a sus compañeras a la concentración en Colombia, pues temía que algo malo pudiese ocurrir con ella.
"Hasta tengo miedo de que le echen alguna sustancia prohibida a mi agua", denunció en La Tercera, transparentando un temor que la tenía con la cabeza en otro lugar, lejos de la capital peruana.
Igualmente se sometió a las instrucciones de los técnicos. Vivió el proceso en las tierras cafeteras. Y allá, al fin todo cambió. "Con mis compañeras nunca tuve un problema, pero sí con los entrenadores. Lo bueno es que, finalmente, todo se solucionó y decidimos relacionarnos en base al respeto", reconoció.
En Lima, dos de las pruebas que ha corrido fueron enteradas hace apenas tres semanas: el Ómnium y la contrarreloj de ayer.
Con Bretti
Pidió al COCh que pusieran especial atención a los líos federativos, pues repercutieron directamente en su preparación. Como el directorio y el cuerpo técnico está íntimamente conectado, ella debió cargar con las repercusiones por ser entrenada por Daniel Bretti.
Ayer, se resignó con estar dentro de las 10 mejores, pero pidió que ahora sea el COCh el organismo que intente solucionar el caos de la Fecichile. Todo sea por el deporte que, hasta ahora, más medallas ha entregado al Team Chile.
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