Las quejas de Simone Biles tras perder el oro en la barra de equilibrio: “Deberían callarse”
La imnasta estadounidense asegura que fue "raro e incómodo" subirse a la barra de equilibrio con tanto ruido y pide que en los próximos eventos les pongan música o un sonido neutral durante los ejercicios.
La jornada de este lunes no fue un buen día para Simone Biles. La gimnasta norteamericana no pudo sumar nuevas medallas doradas a su ya rico palmarés y sufrió una caída de la barra de equilibrio que la dejó fuera del podio.
Suceso inesperado que encuentra explicación en la falta de un ambiente propicio para practicar esta disciplina. O al menos eso es lo que detalla la atleta en la rueda de prensa posterior al cierre de su participación en París 2024.
“El aparato más estresante siempre es la barra de equilibrio. Normalmente tenemos música o ruido de fondo, lo que sea. Y honestamente lo hacemos mejor en entornos con ese ruido, porque se siente como en los entrenamientos. Y hoy, podías escuchar tonos de llamada de Android, los clics de las cámaras, lo que fuera”, asevera la nacida en Ohio.
No contenta con ello, Biles continúa con su feroz crítica y agrega que “intentas mantenerte en tu zona (de concentración), pero la gente empieza a animar y los susurros se vuelven más fuertes. Así que realmente deberían callarse, porque ellos son más ruidosos que... No sé, fue realmente raro e incómodo”.
Juicio que la norteamericana sostiene luego de que ella y el resto de las participantes elevaran una solicitud para crear una atmosfera más propensa a la realización de los ejercicios, pero deja entrever que la organización de los Juegos Olímpicos no escucharon sus demandas.
“Hemos pedido varias veces tener algo de música, o algún ruido de fondo. Ninguna de nosotras lo disfrutó... Fue una final de barra extraña”, sentencia.
Sin embargo, esto no impide que la evaluación que tiene la ahora mítica gimnasta sea positiva. Sobre todo pensando en la salud mental. Cabe recordar que Biles se retira de Tokio 2020 por no poder soportar la presión y el estrés que le generaba en ese entonces la alta competencia y que gracias a una terapia que aun mantiene, logra volver a la pista y participar de una nueva cita de los cinco anillos.
“Obviamente no fueron mis mejores actuaciones, pero al final del día quien haya ganado medalla, la ganó y eso es lo emocionante de la gimnasia, porque nunca se sabe qué va a pasar. Así que no estoy muy molesta ni nada por mi actuación en los Juegos Olímpicos. De hecho, estoy muy feliz, orgullosa y aún más emocionada de que haya terminado el estrés de todo esto”, concluye.
Simone Biles se va de la capital francesa con tres medallas de oro y una de plata en su maleta y las colgará junto a las cuatro medallas de oro y la de bronce que obtiene en Brasil 2014 y la de plata ¿y de bronce que logra en Tokio 2020.
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