El presente de Dani Alves se sigue desarrollando fuera del fútbol. El ex lateral del Barcelona ha pasado el primer fin de semana encerrado en la cárcel después de que se le acusara de una presunta agresión sexual, por lo que el juzgado de instrucción a cargo ha ordenado la prisión sin opción de fianza debido al potencial riesgo de fuga que tendría el brasileño.

La jueza a cargo del caso ha considerado que hay riesgo de que Alves escape con el fin de “sustraerse la acción Judicial”, tal como lo reporta Marca. La magistrada apela a la capacidad económica del futbolista, su doble nacionalidad brasileña y española y porque reside en México, donde se encontraba defendiendo a Pumas, aunque tras estos hechos fue despedido.

Además, Brasil no tiene convenios de extradición con España, lo que incrementaría el riesgo de que el deportista intentara huir de la justicia española y terminara refugiándose en su país sin la opción de que la justicia brasileña lo envíe de regreso.

Según han recogido algunos medios catalanes, en las primeras horas de Alves al interior de la cárcel el jugador se ha mostrado sin ganas de comer y afectado anímicamente a pesar de haber sido visitado por diferentes profesionales, entre ellos médicos y psicólogos. Además, ABC ha especificado que su ingreso ha sido como “la de cualquier otro preso, pese a la parte mediática” y que no recibirá ningún trato especial.

Mientras todo esto ocurre, Joana Sanz, la esposa de Alves, y una de las primeras personas en apoyar a su marido ante las primeras noticias sobre el caso, pidió privacidad a través de su cuenta de Instagram.

“Pido por favor a los medios de comunicación que están fuera de mi casa que respeten mi privacidad en este momento. Mi madre ha fallecido hace una semana. Apenas he empezado a asumir que ella ya no está como para que me atormenten con la situación de mi marido. He perdido los dos únicos pilares de mi vida. Tengan un poco de empatía, en vez de buscar tanta noticia en el dolor ajeno, gracias”, publicó en una historia.

El mensaje publicado por Joana Sanz, esposa de Dani Alves.

¿Qué ha declarado Dani Alves?

Uno de los factores que también ha influido en la jueza para determinar la prisión del futbolista ha sido la inconsistencia de su relato a la hora de referirse a la supuesta víctima.

Alves reconoce que estuvo en la discoteca, aunque por un corto tiempo, negando la agresión sexual. Por su parte, la policía catalana ha estado recogiendo pruebas interrogando al personal de seguridad de la discoteca, tomando muestras biológicas y revisando las imágenes de las cámaras de seguridad del local.

Al mismo tiempo, TV3 ha dado a conocer que Alves ha entregado tres versiones distintas. En un principio dijo que no conocía a la mujer que lo acusa de la agresión sexual. Luego comentó que sí la había visto, pero que no había pasado nada con ella. Por último, afirmó que fue ella la que se le tiró encima.

Mientras se realiza la investigación a la espera del juicio, Dani Alves se expone a una pena que varía entre los cuatro y los doce años de cárcel.

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