El 2 de julio de 2006, ante 62 mil personas en el Estadio Nacional, Colo Colo se conseguía su estrella 24 en una histórica final ante la Universidad de Chile luego de imponerse en los penales. En esa instancia, fue clave la figura de Claudio Bravo, quien contuvo dos lanzamientos de los azules, uno recordado al colombiano Mayer Candelo, quien picó su ejecución. Esa noche, hace ya más de 18 años, fue la última vez el nacido en Viluco defendió la camiseta de un club chileno. Ahora, junto con el anuncio que hizo de que dejará el fútbol profesional, murió también el sueño de muchos hinchas del Cacique de verlo nuevamente en el arco de la institución.
Este martes, un día después de su emotivo anuncio en redes sociales que generó reacciones de todo el mundo, fue el propio arquero el que aclaró los motivos por los que nunca regresó, a pesar del cariño y de su calidad de referente de la selección chilena. Aclaró que nunca la presentaron una oferta para volver: “Sobre propuestas de clubes chilenos no tuve un ofrecimiento real, donde se pusiera en el papel algo concreto. Nada con nadie”, comenzó diciendo en una entrevista con radio ADN.
Luego, colocó una vez más de ejemplo las críticas que ha recibido Arturo Vidal en su retorno al país: “Yo siempre he sido inteligente para tomar decisiones y sé el valor que tengo dentro del país. Siendo sincero, volver a Colo Colo, donde la perspectiva y exigencia es alta, competir y que te pongan la mochila encima, agarrarla e ir para adelante era un riesgo. Cuando te habitúas lo asumes, pero tiene un costo”.
El ahora exportero habló sobre lo que los eventuales cuestionamientos producirían en sus cercanos: “No es el jugador quien sufre, es el entorno. La crítica no me produce nada extraño, me encanta cuando hay cosas no buenas, porque me incentivaba. Pero tienes padres, tienes hijos y si la película no es buena, uno sabe lo que viene de vuelta”.
“Conociendo el medio y la cultura del país, además de la parte económica que gracias a Dios no tuve problemas, no tengo la necesidad de seguir ligado al fútbol, y por eso estoy tranquilo”, agregó.
Una larga carrera en Europa
Cabe destacar que Bravo fue transferido en 2006 a la Real Sociedad, en donde jugó en la segunda división española y consiguió un ansiado ascenso. En 2014, posterior al Mundial de Brasil, se integró al Barcelona, ahí ganó el Trofeo Zamora como mejor portero de LaLiga en su primera temporada y permaneció hasta 2016, año en el que se integró al Manchester City de Pep Guardiola.
En Inglaterra, pese a los títulos, su estadía no fue positiva y acabó siendo mayormente suplente. En 2020 arribó al Betis de Manuel Pellegrini, en donde levantó una recordada Copa del Rey en 2022.