Francisco López (49 años) no para de moverse. Apenas se baja del avión en Santiago, atiende a El Deportivo para hablar sobre su segundo lugar de la categoría SSV del Dakar. Ni el cansancio por las horas de viaje le quitan el entusiasmo al piloto, que volvió al podio en la tradicional competencia que se desarrolla en Arabia Saudita. Aun así, asegura que todavía no tiene claro si seguirá compitiendo. “Voy a cumplir 50 años en septiembre. Tendré que dar novedades, pero antes voy a descansar, bajar las revoluciones”, establece de entrada.

¿Seguirá corriendo en el Dakar?

No podría dar una respuesta, porque no lo tengo claro. Ahora debo tener un cambio. No sé si voy a volver a competir. Me voy a quedar con mi familia este año. Tengo un par de ideas.

¿En qué lugar de su ranking personal pone a la carrera de este año?

Es una de las más complejas que hemos completado. Fue muy dura, nos llevaron al límite. Esas 48 horas fueron durmiendo en la mitad de la nada, con una carpa, con frío, con ropa. Después descansamos un día y maratón altiro. Entonces fue como, ‘¿esto cuándo termina?, ¿cómo tan duro?’. Y así fue, muy duro. Nosotros nos sobrecargamos porque tuvimos más problemas. Entonces, nos retrasamos en esas 48 horas y en vez de ser un avance rápido, fue lento, y nos pasó la cuenta. Pero lo entretenido con este tipo de carreras es que me puedo sentar en una mesa ahora, tomarme una copa de vino con alguien y decir, ‘mira, te puedo contar una historia buena’.

Chaleco López no sabe si continuará compitiendo en el Dakar. (Foto: Red Bull)

¿Cómo es la historia?

Corrimos de noche. No sabíamos los puntos, seguíamos saltando, no sabíamos nada, y se quemó un auto. Y la policía está ahí... Este Dakar fue una aventura. Yo le decía a Juan Pablo (Latrach) eso. Le preguntaba que cuánto nos queda de combustible, le decía que baje el ritmo. “¿Cómo bajo el ritmo si estamos corriendo?”, me decía. “Si no bajas el ritmo, no llegamos”, cosas así. Entonces, fuimos solucionando problemas corriendo, pero yo lo veo como una aventura.

¿Por qué le va mejor en una carrera así de compleja que en otras con menos dificultades?

Fue mucho más difícil, pero mientras más complejo, mejor lo hacemos. Un día íbamos más o menos nomás con Juan Pablo, estábamos terceros o cuartos, y, de repente, en 20 kilómetros, se perdieron todos y terminamos ganando. Pero fue complejo.

¿Qué viene en su 2025 tras el Dakar?

Descansar y planificar lo que viene. No tengo muy claro cuál es el calendario. Vamos a estar en el Rally Mobil, haciendo actividades a nivel nacional. Pero internacionalmente no sé cuál es el programa del equipo, no sé si me voy a cambiar de categoría, tengo que analizarlo con los auspiciadores también. Pero eso con un trofeíto en la mano es más fácil.

Hace seis años regresó al Dakar, ¿imaginó que sería así de exitosa esta etapa después de dejar las motos?

No, para nada. El otro día pensé, “Oye, volví en el 2019 y no me he ido más”. Ahí imaginaba que iba a ir por un año nomás y ya llevo seis, sin parar. Tuve una reinvención buena y he estado incluso mejor que con las motos.

Ahora habla de un posible cambio de categoría, ¿a cuál se iría?

Puede ser una más fuerte, con más potencia, la T2, la T1. Por ahí va la cosa.

¿Cómo se tomaron el accidente de Pablo Quintanilla?

Triste, porque uno se prepara todo el año para esta carrera. Pablo entrena mucho, se dedica 100% a esto. Obviamente uno tiene la ilusión, busca un resultado y cuando queda afuera es triste, fome y angustiante. Pero Pablo es fuerte, ya tiene dos podios, un segundo lugar y un tercer lugar. Es un piloto que seguramente va a estar arriba de vuelta y al mismo nivel que antes.

¿Cómo extrae los temores ante los posibles accidentes?

Cuando a uno le apasiona algo, vas nomás. Más que los temores, te gusta algo y sueñas con eso, lo quieres lograr, yo creo que uno cruza cualquier barrera.

¿Cómo califica la participación de los chilenos?

Anduvo muy bien Nacho Cornejo. El nivel de motos está muy alto y Nacho hizo una muy buena carrera. Fue constante, se metió tercero, segundo, estuvo siempre peleando la punta. Lamentablemente, los siete primeros no fallaron este año. Todos los años teníamos dos o tres pilotos facturados, pero este año no falló nadie. De hecho, el que falló fue el Pablo. En las motos este año les tocó duro porque los contrincantes no erraron y están todos en un ritmo bueno. Pero Nacho Cornejo hizo un buen trabajo. Tomás de Gavardo también, fue su tercer Dakar terminado.

El Dakar está lejos de Chile hace tiempo, ¿es distinto en Arabia Saudita si lo compara con el período en el país?

Es fome... muy lejos. Terminamos el viernes en la noche y estuve todo el fin de semana dando vueltas en aviones para volver. Con varias escalas. En años anteriores era de Buenos Aires a Santiago, o al revés, y te demorabas un rato. Era diferente. Claro que la carrera técnicamente es muy buena allá. Acá era más fiesta, tenía ese otro componente. La gente ahora no tiene la pasión que se veía acá en Copiapó, por ejemplo. Son más europeos los que van, o gente de Dubái. Pero como fiesta, nunca más. El Dakar no volvió a tener ese ambiente que daba Argentina y Chile... era espectacular. Como carrera en sí, hay mucha duna, y eso está bueno. Tiene la complejidad que buscamos.