En solo cuatro meses, el Court Central del Estadio Nacional deberá ponerse en condiciones para recibir el ATP 250 de Santiago. Y para eso, la organización y el Ministerio del Deporte ya tienen definidas las principales reformas para el recinto.
Actualmente, el reducto del Estadio Nacional cuenta con 3.800 butacas, 300 más de lo que exige la ATP como aforo mínimo. Detrás de ellas, una añosa tribuna de madera, la que será suprimida para generar un ambiente distinto. "Quizás se haga una zona de palcos o un sector VIP. Pero nosotros creemos que una capacidad de 4.000 personas no es un mal número para que el estadio se vea y se sienta lleno y, además, tenga ese factor acogedor", señala Catalina Fillol, directora del torneo.
También serán intervenidos los camarines y se estudia dotar de tribunas a las dos canchas auxiliares que serán utilizadas para la competencia. Sin embargo, las autoridades vislumbran que no vale la pena invertir en cambios muy profundos durante los primeros dos años del certamen, pues el recinto entrará en un proceso de licitación para ser concesionado. De hecho, ya hay un proyecto presentado por Álvaro y Jaime Fillol para una completa remodelación del espacio.
Esta situación obligará a buscar opciones de locación para la edición de 2022. "Queremos iniciar lo antes posible la concesión del Court Central y de todo el recinto del tenis. Podría haber un año en que efectivamente tendríamos que trasladar la sede, pero no sería más de un año, porque la forma en que se trabaja hoy en día es rápida", admite la ministra Pauline Kantor.
En la organización apuntan a que durante estos cuatro años el torneo se convierta en uno de los mejores de Sudamérica. Y en ese contexto, el cambio de infraestructura previsto para los Panamericanos 2023 significará un avance importante para consolidar esa idea.