Coincidencia o numerología. Los caprichosos vericuetos de la historia marcan una tendencia sobre los futuros monarcas de la Copa del Mundo. Si hay que apostar, el antojo de los acontecimientos puede entregar una completa guía para descifrar cuál será el campeón en Qatar 2022.
Datos que, muchas veces, se han cumplido durante años. Otras en cambio, todavía no encuentran la ocasión de ser la excepción que justifica la regla. Acá van algunas de las maldiciones que mantienen vivo el folklore de un deporte que no tienen nada de predecible.
La maldición del líder del ranking FIFA
Desde que se creó, en 1993, el equipo que llegó primero en la clasificación, justo antes del Mundial, nunca logró el título. En 1994, Alemania lo sufrió en Estados Unidos, en el cuarto título de Brasil. En el ‘98, Brasil estrenó el liderato y perdió la final ante Francia. Los galos no pasaron de la primera ronda en 2002. En 2006, el Scratch otra vez llegó como uno del FIFA y el oro fue para Italia. En 2010, la Canarinha dominaba el listado y España se estrenó como monarca. Los hispanos eran el uno en 2014 y Alemania ganó en Rio. En 2018, los germanos llegaron al tope, pero Francia repitió tras 20 años. Ahora, Brasil es primero en el último ranking. A tener en cuenta.
El Balón de Oro no lo gana ese año
Desde que se creó el premio al mejor futbolista del año, nunca pudo levantar el título mundial en la copa siguiente. Alfredo di Stéfano obtuvo el premio en 1957 como español, pero fue Brasil el monarca en Suecia ‘58. Omar Sívori fue en el ‘61 como italiano, antes del nuevo título del Scratch. El portugués Eusébio (’65) sólo fue tercero en el ‘66. El italiano Gianni Rivera, el mejor del ‘69, perdió la final con Brasil en el ‘70. El neerlandés Johan Cruyff ganó el Balón de Oro en el ‘73 y perdió la definición del ‘74 con Alemania. Lo mismo con K arl-Heinz Rummenigge en el ‘81, quien cayó ante Italia en el ‘82. Michel Platini en el ‘85, pero fue tercero en el ‘86. Marco van Basten lo obtuvo el ‘89 y perdió en octavos en el ‘90. Peor le fue a Roberto Baggio, quien tras el Balón de Oro del ‘93 cayó en la final del ‘94. Igual que Ronaldo en el ‘97, Michael Owen en 2001, Ronaldinho Gaúcho en 2005, Lionel Messi en 2009, Cristiano Ronaldo en 2013 y 2017. El galo Karin Benzema, quien es baja en Francia, podría confirmar la regla.
Nunca en la Copa Confederaciones
El trofeo que enfrenta a los campeones continentales y subcontinentales del mundo se disputa desde 1992. Desde esa fecha, el campeón del torneo nunca pudo validar sus jinetas en la Copa del Mundo siguiente. Sucedió con Argentina, que logró el título en el ‘92 y se fue en octavos en Estados Unidos ‘94. En el ‘97, los vencedores brasileños del ‘97 cayeron en la final de Francia ‘98. Los galos ganaron la Confederaciones de 2021 y se fueron en la primera ronda de Japón y Corea 2002. Alemania levantó el trofeo en 2005 y se fue en semifinales de su Mundial en 2006. Brasil ganó en 2009 y 2013, pero acumuló dos nuevas frustraciones en Sudáfrica 2010 y en su propio torneo. Alemania venció a Chile en la final de 2017, la última versión de la competencia intercontinental, y no pasó de la primera fase en Rusia 2018. La Mannschaft puede volver a postergarse.
Solo técnicos locales
Desde la primera versión del Mundial, en 1930, todos los equipos que han logrado el título han tenido entrenadores de su misma nacionalidad. El uruguayo Alberto Supicci lo hizo en esa primera Copa del Mundo. El italiano Vittorio Pozzo levantó dos trofeos: ‘34 y ‘38. El DT charrúa Juan López Fontana fue protagonista del Maracanazo del ‘50. El germano Sepp Herberger lo hizo en el ‘54, igual que el brasileño Vicente Feola en Suecia ‘58. El Scratch cambió de técnico y fue Aymoré Moreira quien ganó en Chile ‘62. El legendario inglés Alf Ramsey dio el único título a su país en el ‘66 y Mario Lobo Zagallo dirigió al mejor equipo de la historia en México ‘70. El alemán Helmut Schön lo hizo en el ‘74 y el argentino César Luis Menotti en el ‘78. El italiano Enzo Bearzot volvió a la Azzurra a la elite en 1982, al igual que el transandino Carlos Salvador Bilardo en México ‘86. El alemán Franz Beckenbauer lo hizo en el ‘90 y Carlos Alberto Parreira con Brasil en el ‘94. El galo Aimé Jacquet le dio su primera corona a Francia en el ‘98. El brasileño Felipao (2002), el italiano Marcello Lippi (2006) y el español Vicente del Bosque mantuvieron la tendencia. Al igual que el alemán Joachim Löw y el francés Didier Deschamps en 2014 y 2018, respectivamente.
Muy lejos de los bicampeonatos
Hace décadas que se acabó el honor de conseguir dos títulos consecutivos en la Copa del Mundo. Un accidente estadístico que solamente ocurrió en los albores del título planetario. La selección de Italia lo hizo en su casa en 1934 y repitió en Francia, en 1938. Después de ellos, Brasil se llevó la corona en Suecia ‘58 y Chile 1962. Tras sesenta años, nunca más el oro vigente repitió la hazaña. En este caso, Francia podría ser el perjudicado por el designio.
Muy pocos anfitriones
Desde la casi centenaria cita de 1930 se han disputado 21 versiones de la Copa del Mundo. Solo en seis de ellas el local pudo quedarse con el premio a la mejor selección. Lo hizo el mismo Uruguay en esa primera versión, al igual que Italia en el ‘34. Tuvieron que pasar 20 años para que Alemania hiciera lo mismo como anfitrión del ‘54 y una docena más para ver a Inglaterra ‘66. Argentina ‘78 sorprendió al planeta en su Copa del Mundo y la última vez que ocurrió fue en Francia ‘98. Es decir, hace 24 años que la circunstancia no vuelve a favorecer a los dueños de casa.
Los campeones continentales fracasan
En un torneo que se reparte exclusivamente entre selecciones del Viejo Continente y el Cono Sur, la tendencia muestra que el equipo que fue campeón de la Eurocopa o de la Copa América, mayoritariamente, no pudo repetir el suceso en la Copa del Mundo siguiente. Esta vez, Argentina puede ser la desfavorecida, tras ganar el título en el Maracaná en 2021. Italia, dueño del galardón europeo, ni siquiera clasificó. La única excepción es España, que ganó la Eurocopa de 2008 y venció en Sudáfrica 2010.