La Lazio fue víctima del cuento del tío. Literalmente. El club italiano terminó pagándoles dos millones de euros a un grupo de hackers que simularon ser agentes del Feyenoord de Holanda, que requerían el pago pendiente por el defensor Stefan de Vrij.
El diario italiano Il Tempo reporta la insólita situación, que pone al descubierto los inexistentes protocolos de control en la entidad italiana en la que militó Marcelo Salas. El medio reporta que un investigador siguió la ruta del dinero, concluyendo que llegó a una cuenta distinta a la del club de los Países Bajos.
El fiscal Edmundo de Gregorio asumió la investigación del caso, que incluye pericias en Holanda.