Carlos Salvador Bilardo detesta perder. No lo soporta. En rigor, a ningún entrenador le acomoda la derrota. Pero el argentino lo llevó al extremo, transformando su afición por la victoria en una filosofía que dividió las aguas en el fútbol transandino por décadas. El “Bilardismo” contra el “Menottismo” fue una batalla casi cultural por las distintas maneras de ver el balompié.
Los que apoyaban al ídolo de Estudiantes de La Plata dicen que en el deporte lo más importante es el triunfo, más allá de las herramientas que se utilicen para llegar a este. Mientras que los seguidores de César Luis Menotti dicen que las formas son importantes y pregonan que en el caso del fútbol debe ser con un juego atractivo para los espectadores.
Pero Bilardo llevaba esta discusión a todo ámbito de la vida. Como jugador sumó varios trofeos. Dos certámenes de Primera División de su país, en 1959 (con San Lorenzo) y 1967 (con el club platense), una medalla de oro en los Juegos Panamericanos y un Preolímpico con la selección sub 23 transandina; más tres Copas Libertadores, una Intercontinental y una Interamericana, todas estas con Estudiantes. Un palmarés extenso.
Sin embargo, en su tiempo como entrenador (precisamente cuando comenzó la batalla con Menotti) los títulos son menos. Consiguió el Campeonato Nacional argentino en 1982 con los Pincharrata. Claro que el segundo certamen quizás suple la ausencia de más copas, al poseer una que muchos querrían por sobre otros de mucho prestigio: la Copa del Mundo, ganada en 1986.
¿Por sobre Beckenbauer?
Franz Beckenbauer es una autentica leyenda del fútbol en todo el planeta. El fallecido exlibero sumó 21 títulos con el Bayern Múnich como jugador; luego, en su etapa como DT, alcanzó tres certámenes más. Dos con el club bávaro y uno con la selección de Alemania: el Mundial de 1990. A todas luces, se trata de un registro mucho más amplio que el de Bilardo.
Ambos se conocían. Se enfrentaron en dos finales de Copas del Mundo como estrategas, con un triunfo para cada uno. Cuando Bilardo le ganó en la final del Mundial, el teutón se acercó a felicitar al argentino. Cuatro años más tarde, el Doctor le devolvería el gesto. Existía un respeto mutuo entre ambos. Pero a Bilardo no le gusta perder nunca.
El nacido en Buenos Aires no solo le dedicó su vida al fútbol. En su juventud jamás abandonó su ambición de convertirse en médico. Cuando jugaba en San Lorenzo entrenaba por las mañanas y por las noches estudiaba en la Universidad de Buenos Aires. Así sacó el título profesional. Por eso después fue apodado “Doctor” en su etapa como futbolista y luego entrenador. Más que un apodo, es lo que era. Como sucede en el caso de Manuel Pellegrini, el Ingeniero.
De esta manera, cuando una vez le dijeron a Bilardo que Beckenbauer poseía más títulos que él, su ocurrente respuesta no tardó en viralizarse. Ocurrió en abril de 2017, en una entrevista con Mauro Viale en el canal A24. El entrenador argentino discutía por la cantidad de trofeos que poseía y el se jactaba de ser un ganador.
“Si viene un tipo y le dice, yo tengo más títulos que usted”, le señaló el periodista. “¿Sí?”, retrucó un dubitativo Bilardo al locutor. “Beckenbauer debe tener más títulos que vos”, replicó Viale. “¡No!”, respondió el exfutbolista; a lo que el presentador le pregunta “¿Por qué?”. “Le falta el de médico... ¿Y qué quiere que le haga?”, fue el ingenioso veredicto del Doctor.
Aun así, Bilardo ha admitido admirar al alemán e incluso en su momento utilizó su cercanía con él como un caballito de batalla en su lucha eterna con Menotti. “Yo sólo discuto con Beckenbauer, que ganó un Mundial afuera de su país y salió segundo en otra ocasión. Con el resto, no”, disparaba. Y el referente el Bayern tampoco ocultaba la simpatía que tenía con su colega. “A mí me gusta mucho hablar con Bilardo porque es un gran entrenador, muy entusiasta y especial”, llegó a señalar.