Si hay algo que caracteriza a los equipos de Marcelo es la intensidad y las variantes tácticas. Virtudes que ayer volvió a mostrar Leeds United que, como local, no tuvo mayores problemas para derrotar a Crystal Palace y colocarse en la medianía de la tabla de posiciones.

Un grado bajo cero en el termómetro, una cancha con mucha escarcha y los constantes gritos del “Loco”. Esas fueron las variables que condimentaron el duelo en el norte de Inglaterra. Pero el cuadro blanco comenzó rápidamente a solucionar la escasa resistencia táctica que opuso la escuadra de las “Águilas”, que hasta antes de la jornada de ayer tenían los mismo 29 puntos que su rival.

Lo cierto es que aún no se completaba el tercer minuto de partido, cuando el cuadro del rosarino logró la ventaja. Con la fórmula de siempre: presión alta en la salida a la espera del error del rival. De esa manera, un remate potente de Jack Harrison, que rozó en un rival, descolocó al meta Vicente Guaita para la apertura del marcador. Un 1-0 que de ninguna manera hizo que los de Bielsa bajaran el ritmo. El grandote Patrick Bamford tuvo un par de opciones de aumentar en el primer tiempo, pero el marcador no se movió de la mínima ventaja.

Resultado mezquino

En el segundo tiempo, el equipo blanco tampoco especuló. Con un juego directo y una salida limpia, desnudó la escasa resistencia de su rival que, ayer, no hizo más que refugiarse, con sus mejores hombres en ofensiva sólo en la banca. Todo para evitar la goleada del vertiginoso equipo del ex DT de la Roja.

A los 52 minutos, Leeds encontró el segundo. Con la misma precisa: pressing en el medio y salida rápida. Tras el meta de Raphinha, que contuvo Guaita a medias, el incansable Bamford logró premio a su insistencia y sumó su duodécimo tanto en esta Premier.

Y aunque el libreto siguió siendo el mismo, el resultado no se movió más. Harrison tuvo un tiro en el travesaño, a seis del final, pero los dados ya estaban tirados. Leeds no corrió riesgos y comienza a justificar su retorno a la primera categoría.