En un partido tosco, apretado, mezquino a momentos, Leonardo Gil fue el mejor. El argentino es el pulmón de un equipo que no convence, pero que sigue invencible en su casa. La U volvió a perder en Macul y fue exclusivamente por el Colorado. Anotó a los 71′ cuando todo parecía estancado y condenado al empate.
Antes de ese minuto bisagra era difícil pensar en una figura, porque de fútbol hubo poco en Pedrero. A momentos se postulaba la entrega de Espinoza o la dura marca de Andía. En Colo Colo costaba más, porque el equipo no conectaba ideas ni estaba fino en las decisiones. En ese desorden apareció Gil, quien en poco más de un mes se apoderó del mediocampo albo. Apenas llegó marcó diferencias, debutando con gol en la Supercopa. De ahí no soltó el puesto.
En un partido como el de hoy, demostró por qué llegó a Colo Colo. Es sangre y personalidad en un equipo que muchas veces se nubla y pierde esas cualidades. Siempre estuvo ahí, para gritar, correr y meter. La entrega fue premiada cuando el segundo tiempo ya llevaba veinte minutos. Bolados penetró por la banda izquierda de la U, y después de unos amagues centró para un Costa que en vez de buscar el gol y las portadas, cedió el pase al argentino que venía corriendo desde atrás. Zurdazo a ras de piso que terminó en las mallas del arco norte del Monumental. Polera afuera, grito profundo y un 1-0 que vuelve a extender el lamento universitario.
Pero lo cierto es que esa subida no se explica sola. Una vez terminado el partido, el ex Rosario Central dio la explicación de su presencia en el área rival. “Uno en la cancha no se da cuenta de todo y el técnico en el entretiempo me hizo ver que tenía que adelantarme. Ahí pude ser más participativo y ayudar en el juego. Gracias dios me encontré con el gol”, fueron las palabras del nuevo cinco de los albos, quien además destacó el trabajo colectivo. “Sabíamos lo que significaba el partido y creo que lo hicimos muy bien. Feliz por los compañeros, por como veníamos trabajando durante la semana. Estamos formando un plantel muy lindo”, concluyó.
Tras los abrazos y las felicitaciones, volvió a lo suyo. Perseguía el balón con ímpetu y oficio. Era su momento y no iba a dejar que un gol agónico del archirrival lo arruinara. Es un recién llegado pero ya se siente parte del club. El partido de hoy de seguro fortalecerá ese vinculo, porque son goles que pesan mucho cuando se analiza a los futbolistas del equipo albo. En un superclásico diezmado, con poco brillo, el argentino apareció para decir que la U tendrá que esperar otro año, que por ahora las portadas son suyas.
Un tema al cual Gil se refirió al conversar con los micrófonos de TNT Sports. “Sabemos que Colo Colo es el club del pueblo y la gente día a día nos transmitió esa sensación de los 20 años. Era una linda presión y responsabilidad, sabemos que en el futbol puede pasar cualquier cosa, pero estábamos confiados en el trabajo que veníamos haciendo”, concluyó el goleador de la jornada.