Ha tratado de no presionarse Lewis Hamilton, pero todo en Austin le recuerda que hoy, en el Gran Premio de Estados Unidos, podría sellar su quinta corona de la Fórmula Uno. Claro, necesita una combinación de resultados, pero no son nada descabellados: basta con que consiga ocho puntos más que Sebastian Vettel, el único que lo puede alcanzar, para lograrlo (ver recuadro).
En la prueba largará primero, mientras que el alemán de Ferrari, apenas quinto (fue penalizado el sábado con tres ubicaciones por sobrepasar el límite de velocidad en bandera roja).
Los periodistas le han insistido al inglés sobre su posición en la historia de la F1, pero él ha evitado el tema. "No nos ponemos a pensar en lo que puede ser. Nos enfocamos en conseguir resultados", dijo esta semana.
Hamilton puede igualar la marca de cinco títulos de Juan Manuel Fangio, a tres carreras para el final. Sobre el argentino, el británico aseguró que "es el padrino de todos nosotros, uno de los grandes, y siempre será admirado. Es una locura pensar que estoy cerca de igualar la cantidad de campeonatos que él ganó".
El uno de Mercedes ha ganado 71 veces, en comparación con las 24 de Fangio (en una era con menos fechas). El mayor ganador es Michael Schumacher (91).
Hamilton ha intentado relajarse en los días previos. Pasó parte de la semana en Nueva York, donde apareció en el programa Good Morning America, visitó Times Square, bromeó sobre el personaje de películas Ricky Bobby, declaró su fascinación por los panqueques estadounidenses y resaltó lo mucho que le gusta el Circuito de las Américas.
Y debe ser cierto, pues ha dominado en Austin desde su apertura en 2012, con cinco victorias seguidas. Ganó la primera carrera, con McLaren, y su victoria bajo la lluvia con Mercedes en 2015 le permitió conquistar su tercer campeonato.